Apunten y recuerden este día, porque es historia del baloncesto europeo. Nunca antes un equipo había remontado doce puntos de desventaja en la Basketball Champions League, en duelos a vida o muerte.

El conjunto entrenado por Txus Vidorreta, tenía una difícil tarea, la de remontar un resultado adverso, si no quería despedirse de la competición en octavos, como ya sucediera la temporada pasada frente al UCAM. 69-57 fue el resultado de la ida en Patras, con lo que el partido requería máxima concentración y esfuerzo desde el comienzo.

Y para sorpresa de muchos, a ese inicio de partido, el técnico aurinegro salió con un quinteto poco común, dejando entre a otros, a Colton Iverson en el banquillo, dando la oportunidad a Sebas Saiz, que no la desaprovechó. Una defensa colosal, hizo que el Promithes no encontrara la canasta aurinegra, que en ataque poco a poco se fue distanciando en el marcador.

Durante todo el partido mantuvo diferencias entre los 10 y los 20 puntos, algo que podría despistar a los laguneros en algún momento, al verse tan alejados en el marcador del partido. Pero el resultado era engañoso, ya que en el acumulado de la eliminatoria, las diferencias no eran tan grandes.

En el inicio del último cuarto, entró el nerviosismo, ya que varios ataques descontrolados del Canarias, y un par de defensas no tan efectivas, hicieron que el Promitheas, con una gran presión en toda la pista, se metiera en la eliminatoria, dejando la diferencia en el acumulado en tan solo +3 para los tinerfeños.

Pero en los momentos difíciles es donde se demuestra quien vale y quien no, y fue ahí cuando el conjunto aurinegro dio el arreón final para meterse en los cuartos de final de la competición, donde ya espera el gran favorito para hacerse con el título, el Hapoel de Jerusalem.