Miren la isla de Tenerife está pendiente en el día de hoy del posible cambio a nivel dos de restricciones que podría decidir el Gobienro de Canarias. Parece evidente que los indicadores dejan margen a esta posibilidad, después de que el ejecutivo regional anunciara el pasado jueves, que de forma excepcional se revisarían los criterios hoy martes.

En la balanza está por una parte los intereses económicos de un sector como el de la restauración fundamentalmente, muy afectado por las restricciones derivadas de la pandemia, frente a los que opinan desde el sector sanitario, que estos premios pueden convertirse rápidamente en un castigo, por la falsa sensación de relajación que pueden producir.

Pero lo cierto es que todo este debate llega en la semana en la, que en principio, va a decaer el estado de alarma, que pasa por ser el instrumento jurídico vital para mantener esas restricciones a las que nos hemos acostumbrado, como el toque de queda, o las limitaciones de movilidad. Y sobre esto desde luego, hay mucho que opinar, aunque quiero que escuchen en primer término al viceconsejero de presidencia del Gobierno de Canarias y hombre de confianza de Angel Víctor Torres, Antonio Olivera.

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Efectivamente Don Antonio, tiene usted toda la razón. Lo coherente con el escenario que se nos presenta, es que el estado de alarma siga en vigor por lo menos dos o tres meses más, hasta que la campaña de vacunación haya alcanzado un ritmo suficiente, para tener a un alto porcentaje de la población vacunada. Eso es lo que indica el sentido común, siendo verdaderamente complicado encontrar una sola razón para acabar con este instrumento jurídico este próximo domingo.

Y les digo una cosa: si Pedro Sánchez está esperando a que pasen hoy las elecciones autonómicas en Madrid, para anunciar la prórroga del estado de alarma, me parecería muy mezquino. Jugar esta partida de ajedrez contra el virus, en clave política, seria el colmo de la desvergüenza por parte del gobierno socialista, y los tiempos no los puede marcar, el hecho de que tengamos unos comicios electorales en lo que hay que dar una buena imagen de la gestión.

Yo por lo pronto, le hago a caso a los médicos, que son lo que están en primera linea de batalla. Y ellos, lo tiene claro: hay que prorrogar el estado de alarma.