Miren, una de las cosas que más me cabrea de la clase política, es que se antepongan los intereses de partido, al interés general de la ciudadanía, algo que ocurre de forma relativamente frecuente, y en especial, en etapas preelectorales como la que estamos viviendo.

Digo esto, porque ayer nuestro querido presidente del Gobierno Pedro Sánchez anunció un punto y final al estado de alarma para el día 9 de mayo, para que a partir de esa fecha, sea el Consejo Interterritorial el que tome las decisiones, pero sin este instrumento jurídico que es fundamental.

Y lo es porque sin el estado de alarma, no hay cobertura jurídica, para por ejemplo, establecer toques de queda o limitar la movilidad entre CCAA. En definitiva, estaríamos ante un acercamiento al escenario de la vieja normalidad en plena pandemia.

Piensen por un momento en Canarias. Ayer volvimos a superar los 200 positivos a nivel regional, y lo normal es que en las dos próximas semanas haya un incremento de casos, como consecuencia de que miles de canarios se han relajado en el cumplimiento de las normas durante la Semana Santa. Y para esa fecha del 9 de mayo, queda aproximadamente un mes. ¿Ustedes cree que es prudente, de aquí un mes, levantar definitivamente el toque de queda o permitir una movilidad normal?

Estoy completamente seguro, que cualquiera de los expertos que entrevistamos habitualmente nos daría una respuesta rotundamente negativa. ¿Pero qué pasa? Que estamos en campaña electoral en la CCAA de Madrid. Y que Sánchez, se monta el numerito ayer para decir que bueno que es el PSOE, que nos va a levantar el estado de alarma, y que en agosto el 70% de la población está vacunada.

Y nos nos dijo que Gabilondo es simpático y cuenta unos chistes tremendos de milagro. ¿Entienden ahora por qué digo que los políticos anteponen sus intereses de partido a los intereses generales de los ciudadanos? Y les digo más, que lo hagan con una problema tan grave como esta pandemia, me parece deleznable.