El Gobierno de España está planteando incluir una serie de novedades en el sector educativo a través de la Ley Celaá. Se trata de una reforma educativa, en cuya disposición adicional cuarta, se instaría a derivar a los menores con discapacidad desde los centros especializados a los colegios ordinarios.

María Bello, madre de Martina, una menor con autismo, ha asegurado en los micrófonos de COPE Gran Canaria que no cree que esta disposición se acabe adoptando, dado que no hay recursos suficientes en los colegios ordinarios para atender las necesidades especiales de los niños con discapacidad. Considera que “lo ideal sería incluir a los niños con necesidades especiales en colegios ordinarios, pero es inviable”.

Y es que, la medida del Gobierno de España se apoya en un informe de 2017 del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas. En este se exigía un cambio de legislación ante la segregación y exclusión de los niños con discapacidad.

María Bello explica su historia personal. Señala que su hija tuvo que abandonar el colegio ordinario en el que estudiaba porque tenía unas necesidades específicas –higiénicas y fisiológicas- que no podía atender el personal del centro. “La solución que me daban era que fuera al colegio cada hora para atender a mi hija, algo imposible”, insiste.

Sin embargo, según esta madre durante los años que Martina estuvo en un colegio ordinario con recursos para atender a niños con discapacidad pudo integrarse, ir de excursión, compartir con sus compañeros y participar en festivales, algo que le ayudó en su evolución. Esta inclusión también favorece al aprendizaje del resto de niños que pueden ayudarles y conocer nuevas cosas con ellos.

María Bello lamenta que la teoría está “muy bien”, pero “la práctica es diferente” y, dado que estos niños no son como los demás necesitan un tratamiento diferente. “Si los colegios tuvieran los recursos para dar respuesta a los niños con necesidades especiales sería lo mejor. Pero no están preparados en la realidad”.