Las autoridades sanitarias han planteado la posibilidad de eliminar la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios exteriores en los que se pueda garantizar la distancia de seguridad una vez el índice de inmunidad sea elevado, apuntando algunas voces expertas que podría ser “próximamente” o antes de que finalice el verano.
Una herramienta sanitaria que ha acompañado a la población española desde hace más de un año. Sin embargo, los trabajadores de algunos sectores no están de acuerdo con la eliminación de la mascarilla en un periodo “tan precoz”.
Maite, camarera en Las Palmas de Gran Canaria, ha asegurado en los micrófonos de COPE Gran Canaria, en una entrevista con Javier Benítez, que los que trabajan de cara al público deberían mantener esta medida de protección en el tiempo. “Hasta que todo esté realmente controlado deberíamos dejárnosla. A mí no me importa que no se me vea un poquito la cara”.
La camarera asegura que entiende que cuesta respirar, que se rompe en algunas ocasiones, que hay que cambiarla cada ciertas horas para que siga cumpliendo con su función. Sin embargo, sigue siendo un elemento de protección. “Deberíamos dejárnosla en beneficio de todos, porque podemos llevar el virus a casa”.
Maite señala que ya se están empezando a observar a los primeros turistas tanto internacionales como nacionales que vienen a disfrutar de la postpandemia en las islas y están, destaca, “muy relajados”. “No todo está controlado, muchos canarios no estamos vacunados y en el sector servicios el cliente se tiene que quitar la mascarilla y tú no sabes si está contagiado o no”.
La camarera advierte que tienen que mantener un contacto estrecho con el cliente, sin garantizar la distancia de seguridad a la hora de servirle. Además, tocan los vasos y servilletas que están en contacto con la saliva. “Tenemos un protocolo de higiene importante, pero, aun así, yo mantendría la mascarilla hasta que el virus estuviera controlado”, apunta.