Cientos de personas han teñido de violeta la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria, en una cadena humana convocada por la Red Feminista para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, 8 de marzo.

Tras partir del monumento a la Vela Latina y guardando una distancia interpersonal de dos metros, en torno a 250 participantes han reivindicado la necesidad de seguir luchando por la igualdad, de una forma segura y acorde a las medidas sanitarias y de seguridad anticovid-19.

Esta cadena ha llevado como lema ‘Feminismos sin fronteras’ en referencia a los diferentes tipos de feminismos que conforman este movimiento trasversal para alcanzar una igualdad real y efectiva, con especial énfasis este año en desmontar las fronteras físicas y simbólicas.

A lo largo del recorrido, se han escuchado mensajes como “Gobierno escucha, seguimos en la lucha”, “mi cuerpo es mío”, “se va a acabar la dictadura patriarcal”, “mujeres combativas”, “la calle, la noche, también son nuestras”, “si tocan a una, respondemos todas”, entre otros.

La portavoz de la Red Feminista Gran Canaria, Nayra Marrero, ha explicado que hoy, 8 de Marzo, “no podíamos renunciar a las calles, pese a la pandemia o precisamente por ella, porque ha vuelto a dejar patente la vulnerabilidad de tantas mujeres”.

En este último año, ha sido más visible aún “el peso que supone el cuidado cuando no hay igualdad, la brecha digital que nos alejó aún más de las administraciones, la pobreza con rostro de mujer o que los propios hogares no son lugares seguros contra las violencias”.

Por ello, y junto a todos los colectivos feministas de Canarias “salimos a la calle por los derechos de todas las mujeres”, porque “no basta con romper techos de cristal mientras haya mujeres violentadas en sus casas, en sus puestos de trabajo, en las calles o en las fronteras”.

Marrero ha asegurado que seguirán reivindicando “mientras haya mujeres cuestionadas por el hecho de serlo”.

“Este 8 de marzo, y cada día del año, esta lucha es por todas”, ha dicho.

La movilización en forma de cadena busca representar que “no hay fronteras entre nosotras, ni muros que nos separen en nuestra diversidad porque esa es nuestra fortaleza”,ser mujeres de todos los estratos sociales “mujeres madres o que no quieren serlo, mujeres de diversas orientaciones sexuales, mujeres trans, mujeres racializadas, mujeres migrantes” y que “juntas responden desde el feminismo por todas”.

Tras una primera hora de convocatoria, que incluyó la batucada de Sorora Subversiva, la cadena humana pudo escuchar y ver vía streaming en cada uno de los puntos ocupados la lectura del manifiesto de la Red Feminista de Gran Canaria, que ha hecho hincapié en crear un feminismo que “cruce océanos, sortee obstáculos y borre fronteras para reivindicar derechos y luchar contra quienes invisibilizan, explotan, denigran y abusan de las mujeres”.

El texto ha destacado la incidencia de la pandemia sobre la mujer, ya que “casi una cuarta parte de las mujeres ha tenido que renunciar a su trabajo o reducir su jornada por los cuidados”, además de que “el 70% de la ‘primera línea’ contra el virus son mujeres, como es el caso también de la limpieza, las cocinas, los comedores o los supermercados”.

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En este año de pandemia “se ha agrandado la brecha salarial, se ha incrementado la violencia machista con mujeres obligadas a convivir con sus agresores, y el teletrabajo ha supuesto un obstáculo más para acceder a los recursos porque la brecha digital, como la pobreza, tienen rostro de mujer”, ha recordado el texto.

Las feministas de todas las islas han denunciado un sistema que se perpetúa sobre la explotación de cuerpos y territorios con especial hincapié en las mujeres obligadas a abandonar sus hogares y migrar.

“Queremos recordar a las mujeres asesinadas por defender la tierra y preservar sus comunidades, por defender los derechos humanos, por resistirse al colonialismo, luchar contra el patriarcado, reivindicar un trabajo digno, por negarse a su explotación sexual, por señalar el racismo”, versa el manifiesto.

Han denunciado también la falta de medios, humanos y materiales, en la lucha por la igualdad de género y contra las violencias machistas y piden mayores recursos para luchar contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual, con especial atención a las mujeres migrantes, en situación más vulnerable, a quienes se invisibiliza totalmente.