El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria reformará y reverdecerá el parque Santa Catalina con el objetivo de crear un entorno más sostenible, accesible y potenciarlo como atractivo turístico, aprovechando las obras de las infraestructuras de la Metroguagua.

Las actuaciones persiguen renovar y mejorar la movilidad y el servicio de transporte público con la construcción del paso inferior de la nueva guagua de alta capacidad, la creación de más zonas ajardinadas y la plantación de nuevos árboles, ha señalado en un comunicado el concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez.

Este espacio intermodal integrará los servicios de transporte público, favoreciendo la movilidad peatonal y el esparcimiento.

Todo ello forma parte de un proyecto que busca la "renaturalización y recuperación" del parque, lo que contribuirá a mejorar la calidad ambiental del entorno y a reducir la contaminación atmosférica a través de una zona central de la plaza, entre las calles Luis Morote y Nicolás Estévanez.

A través de esta iniciativa, que supondrá una inversión inicial de 746.110 euros con cargo al Plan Estratégico de Subvenciones de Turismo de Gran Canaria 2022, se incrementarán las áreas ajardinadas, se mejorará la accesibilidad y se protegerá las edificaciones patrimoniales de la plaza.

Esta intervención se suma a otras actuaciones como la peatonalización de Luis Morote o la reforma del Frente Marítimo, con el objetivo de crear un espacio más amable, con más árboles, palmeras y plantas y espacios exclusivos para el peatón.

El proyecto contempla, asimismo, la mejora de los servicios públicos, la instalación de nuevo mobiliario urbano y la creación de una nueva zona de juegos infantiles.

En lo relativo a la accesibilidad, la unificación de la rasante de la plaza suprime los escalones y con ello las barreras arquitectónicas actuales.

Además, se consolidarán los ejes peatonales potenciando el flujo de residentes y cruceristas con el resto de espacios colindantes, como la playa de Las Canteras o el Frente Marítimo.

La iniciativa potenciará la presencia e integración de las edificaciones patrimoniales y conjuntos edificatorios existentes en el parque Santa Catalina.

El Consistorio tiene también como objetivo actuar en el parque Blanco, donde está previsto llevar a cabo una actuación de embellecimiento, entre Juan Manuel Durán y la plaza Comandante Franco, con reverdecimiento de la zona y cambiando la mayor parte del pavimento, que se transformará en zona blanda a lo largo de unos 200 metros lineales y 22 metros de ancho.

Igualmente, en los extremos del parque se instalarán un parque infantil y una zona de calistenia, en un proyecto al que se destinará un presupuesto 2,8 millones de euros.

Una de las principales mejoras de este entorno es la movilidad, ya que el parque integrará todos los sistemas de movilidad y formará parte del recorrido de la MetroGuagua.

Para ello, el Consistorio ya está llevando a cabo las obras de construcción de una parada subterránea y área de espera de viajeros, que se convertirá en un espacio singular y permitirá una rápida conexión de la MetroGuagua con este punto de la ciudad. Un espacio que en la actualidad concentra tres de las cinco principales paradas por cifra de clientes de la red de Guaguas Municipales.

En lo relativo a la movilidad, el paso inferior del parque alcanzará una profundidad superior a los siete metros, se extenderá a lo largo de 565 metros lineales, con 395 metros bajo tierra, donde se ubicarán las paradas del sistema de transporte, y otros 170 metros que ocuparán las rampas de entrada y salida.

El proyecto desarrollará entre las calles Eduardo Benot y Simón Bolívar un eje de trazado subterráneo de más de medio kilómetro que se encuentra con cotas superficiales a la altura de la calle Pedro Castillo Westerling (al norte) y la calle Marino (al sur).

La actuación en este tramo 7 del nuevo sistema de transporte, cuya inversión ha sido de 16,5 millones de euros, se divide en una zona puramente de tránsito de los vehículos de la MetroGuagua, con dos carriles exclusivos en una plataforma de ocho metros de ancho y cinco de alto, y en una zona de paradas ubicada en el extremo sur (que contará con una superficie de más de 500 metros cuadrados) y con acceso junto al edificio Miller.

La zona de paradas será accesible para los viajeros a los andenes o para salir de ellos a través de un sistema de escaleras (fija y mecánicas) y ascensores, además de máquinas expendedoras y puntos de información en tiempo real sobre el tiempo de llegada del próximo vehículo, y un mapa de ruta de todo el recorrido de la MetroGuagua y un plano del entorno de la parada.