El Gobierno de Canarias restringe el acceso a los centros sociosanitarios de las islas, tanto de mayores como de discapacitados, y limita las visitas a una persona por residente y una hora como máximo al día, tal y como acordó ayer el Consejo de Gobierno y se publica este viernes en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) para contener el ascenso de la pandemia de coronavirus en el archipiélago.

Las visitas serán escalonadas a lo largo de toda la jornada para evitar aglomeraciones, se extremarán las medidas de prevención y habrá excepciones para las personas que se encuentren en proceso del final de la vida.

Asimismo, las salidas de los residentes al exterior quedan reducidas y se realizará pruebas PCR a todos los nuevos ingresos con 72 horas de antelación como máximo, a los trabajadores que regresen de permisos y vacaciones y también a los nuevos empleados de la instalación.

Isabel Mena, consejera de Política Social del Cabildo de Gran Canaria, ha explicado en los micrófonos de COPE Gran Canaria el protocolo para los residentes -y sus familiares- que se encuentran al final de su vida.

La consejera aseguraba que la dirección de los centros y residencias serán las que se encarguen de explicar cómo serán esas visitas. Sin embargo, apuntaba los principales asuntos. "Se trata de aplicar el sentido común", señalaba.

No podrá haber más de una persona en la habitación con el usuario."Hay una persona que está en el final de su vida, que esta a punto de fallecer, el objetivo es que su familia tenga su momento de intimidad, de despedida y que no sea una sola persona".

Pero siempre manteniendo un protocolo de seguridad, unas medidas, que "obliga a que no puedan estar dentro todos los familiares apoyándose unos a otros", destacaba.