Los problemas de tráfico en los accesos a la capital grancanaria son conocidos por todos los que en hora punta se tienen que mover en coche para llevar a los niños al colegio, trabajar o volver a casa tras la jornada laboral en la entrada y salida de Las Palmas de Gran Canaria. Es el caso, por ejemplo, de Patricia.

Esta vecina de Los Tarahales acude todos los días a Tamaraceite a dejar a su hija en el colegio. A las 7:20 horas de la mañana ya está en el centro, ya que la deja en Atención Temprana para poder llegar a su centro de trabajo a tiempo. Sin embargo, y aún así, muchas veces se convierte en una tarea imposible.

Vuelven los atascos a la GC-1 en hora punta con la normalidad: “No podemos esperar por el tren”

La Plataforma SOS GC-1 a su paso por Telde denuncia que las personas no pueden salir de sus trabajos a las 16:00 y llegar a las 19:00 a sus casas por las "colas interminables"

Gran Canaria 05 oct 2021 - 13:49

“Trayectos de 5 o 7 minutos se convierten en 1 hora con lo que conlleva de llegar tarde a trabajar”. Patricia tiene que llegar a la capital a trabajar, pero la rotonda de la bajada de Teror, la rotonda del Centro Comercial Los Alisios e, incluso, la carretera de Bañaderos -a la que ha acudido por estar desesperada por los colapsos- están totalmente repletas de vehículos.

“No hay forma de acceder a la Circunvalación y, cuando lo consigues, está todo colapsado después para seguir hacia el Sur”.

Sin embargo, la GC-3 no es la única vía que se colapsa en horas puntas. Alliset es una estudiante que cada día acude en guagua de Maspalomas a Las Palmas de Gran Canaria a estudiar. Advierte que tiene que levantarse 4 horas antes de la hora a la que empiezan sus estudios porque, en caso de retrasarse, es imposible llegar a tiempo por los colapsos.

“Del aeropuerto al Parque Comercial Mirador-Las Terrazas está todo colapsado. Todos los días igual”.

Piden una solución, ya que insisten en que esta situación genera un estrés para entrar en el entorno laboral o estudiantil. Patricia advierte que todos los días llega estresada al trabajo, ya que en muchas ocasiones tiene que pedir favores a sus compañeros para que alarguen su jornada hasta que puede llegar debido a las retenciones. “Ya estoy harta”.