El portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Ángel Sabroso, ha advertido este jueves que han vuelto los ataques a guaguas y taxis en algunas zonas de la ciudad y que el grupo de gobierno municipal sigue sin reaccionar a esa problemática.

“No sabemos si el Ayuntamiento espera a que, con la cantidad de ataques que se han producido en el último año, suceda alguna situación que debamos lamentar para tomar medidas de una vez por todas”, afirma Sabroso en un comunicado de su formación, y recuerda que estos ataques al transporte público“no son nuevos, sino que empiezan a ser recurrentes, y eso es muy preocupante”.

Recuerda que hace varios años que, coincidiendo con la 'Noche de Halloween', el 31 de octubre, se lanzaron piedras tanto a los vehículos de Guaguas Municipales como a taxis en diversas zonas de la ciudad. “Nada se está haciendo”, lamenta el edil.

“Estos actos de peligroso vandalismo que ponen en riesgo la salud de las personas se han incrementado en los últimos días, según se acerca la Noche de Todos Los Santos”, continúa Sabroso, quien cuestiona las medidas adoptadas por el tripartido PSOE-Podemos-NC desde que a finales de 2019 se produjeran casi una veintena de ataques a guaguas y taxis.

“Si esto pasa un año, el gobierno local lo aprecia y vuelve a repetirse sin que se haya controlado, todos los profesionales del transporte público y sus usuarios se preguntarán para qué sirve el grupo de gestores municipales que no adopta medidas”, agrega.

A su juicio, “lo que era un hecho grave, pero puntual, se ha convertido en costumbre coincidiendo con San Juan, Carnavales o ahora, también, con la llegada del fin de semana, mientras el PSOE no protege a estos profesionales del transporte público, ni tampoco a sus miles de usuarios”.

Añade que los profesionales del sector "se sienten solos y desprotegidos", como expresaron hace un año los miembros tanto del Sindicato Unificado de Guaguas, como se ha repetido desde distintas asociaciones que integran a los taxistas de la ciudad.

El PP pide que se analicen los incidentes de los últimos años, sentarse con los profesionales del transporte público en un marco estable de trabajo preventivo, establecer una coordinación los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado e inventariar los puntos donde se producen los sucesos para que sean vigilados y controlados, junto a sanciones con las máximas consecuencias legales.