La Asociación de Empresarios de la Zona Comercial Abierta de Triana ha manifestado su satisfacción tras el cambio a la Fase 2 de la isla de Gran Canaria que se ha materializado el domingo 21 de febrero. Sin embargo, han solicitado un informe de la incidencia del sector de la restauración en la transmisión del coronavirus, ya que consideran que las medidas que se aplican al mismo las consideran “desproporcionadas”.

Carlos Bethencourt, presidente de la asociación, cree esencial que se conozca la capacidad de contagio que existe en un local donde se respete la ventilación, la separación de las mesas y el aforo, ya que indica que, “no puedo creer que un restaurante bien aireado sirva más de transmisión del virus que un centro comercial”. Asegura que los grandes establecimientos no cuentan con restricciones mayores con el cambio de fases.

Bethencourt ha puesto el ejemplo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, el cual reconoció que la hostelería no es un factor ni un vector importante de transmisión del virus y ha pedido que las medidas que se tomen en el futuro favorezcan a los locales de restauración y hostelería. “Según el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, la hostelería no es un factor ni un vector importante de transmisión”, ha afirmado.

También ha advertido que en otras comunidades autónomas españolas donde la incidencia del virus es mucho mayor y las restricciones más severas, se permite seguir abriendo a los locales de restauración. Ha concluido pidiendo al Gobierno que sea sensible con las peticiones de los empresarios.

“Entendemos que se reduzcan los aforos, pero que nos hagan cerrar como ahora que estuvimos cerca de un mes no. Lo estamos pasando terriblemente mal”, lamenta.

LOS EMPRESARIOS DE TRIANA PIDEN QUE SE MANTENGAN LAS TERRAZAS

Asimismo, el presidente de los empresarios ha solicitado al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que permita a los dueños de los locales sin terraza y a los que se les permitía durante la Fase 3 colocar unas mesas en el exterior del restaurante mantener estos espacios para facilitar la situación al sector. “Esto podría ser una vía de escape”.

Por su parte, Miguel Ángel Ponce, neumólogo del Hospital Universitario Doctor Negrín, ha apoyado esta iniciativa, ya que considera que mantener estas mesas en el exterior puede facilitar la limitación de los contagios. “Yo soy más partidario de mantener fijas las restricciones que funcionan como el toque de queda y evitar espacios cerrados y aglomeraciones, ya que hemos dado un desahogo a los restaurantes. Es preferible potenciar esto”, ha destacado.

El especialista sanitario insiste en que el Consistorio capitalino debe organizarse para que la hostelería pueda seguir trabajando en espacios abiertos, algo que beneficia al empresario y a la seguridad sanitaria.

Bethencourt incidía en que “entendemos que haya que reducir espacios interiores, pero las ayudas no llegan, los impuestos hay que pagarlos siempre y no hay nada que podamos hacer”.