La salida del CV Gran Canaria Urbaser fue bastante solvente. No obstante, enfrente se encontró un equipo muy ordenado que estaba trabajando bien la recepción. De ese modo, pese a que las amarillas dominaban el marcador no conseguían distanciarse lo suficiente como para mandar con claridad. DSV Sant Cugat entendió bien esta primera manga y gracias a ello mantenían a la vista a las locales (11-9).

Durante todo el set, la dinámica fue muy parecida. A pesar de ello, la fuerza de Natalie Gonçalves y Sulián Matienzo sobresalía de forma clara para mantener a las olímpilocas por delante. Entre la brasileña y la cubana acumularon la mayoría de puntos insulares en esta primer envite, llegando primeras al último punto con opciones de sumar el primer tanto a su casillero tras cuajar una manga muy sobria.

Un bloqueo en la red poderoso de Marie Garreau-Djé le dio a las de Pascual Saurín un primer set en el que trabajaron con mucho tesón para sacarlo adelante (25-22).

La fuerza en la red del Gran Canaria se hizo notable en el arranque de un nuevo set. Pronto las amarillas volvieron a marcar una mínima distancia con la que poder jugar con cierta tranquilidad. Con ese panorama, al Sant Cugat le tocó remar algo más que en la primera manga dado que no estaba encontrando un antídoto duradero al bien hacer de las grancanarias. Aun así, la cosa cambió bastante (9-5).

Un parcial de 0-6 hizo que las catalanas empezaran a crecer en juego y en sensaciones. Con el paso de los puntos se pusieron por delante aprovechando que el Gran Canaria ya no estaba tan seguro en su defensa en la red. Saurín lo paró con un tiempo muerto, pero el cuadro barcelonés estaba de dulce y eso dificultó mucho las cosas para las insulares. El set se puso entonces muy cuesta arriba.

Pese al esfuerzo de las olímpilocas por acercarse en la recta final del set, el DSV Sant Cugat no dio opciones de remontada y pudo empatar el encuentro (20-25).

Después del empate, el Gran Canaria Urbaser comenzó con dudas. Esas dudas provocaron un parcial algo duro en contra que había que intentar remontar (1-7). Había que sacar fuerzas de flaqueza de donde quedasen para intentar darle la vuelta a una situación como complicada. También había que mejorar la defensa en red y las recepciones. La misión era muy difícil, pero las olímpilocas lo iban a pelear.

La reacción llegó a producirse y las distancias se recortaron (8-11), aunque un nuevo parcial de 0-5 a favor del Sant Cugat volvió a encender las alarmas para el cuadro insular. Sulián Matienzo brilló de nuevo con luz propia en ese momento. Gracias a la cubana las amarillas cogieron algo más de confianza y volaron sobre para recortar distancias hasta el punto de meterse de lleno en la lucha por el set.

Con Helia González y Victoria Foucher también entonadas, el Gran Canaria encontró el camino. Pese a todo, en el momento justo se le apagó la luz a las amarillas y varios errores las condenaron a ceder una nueva manga (23-25).

Empezaba el primer match ball con un cuarto set en el que el Gran Canaria Urbaser se jugaba el todo por el todo. El inicio de la manga fue igualado, con alguna alternancia en el marcador, pero sin que ninguno pudiese poner tierra de por medio. Aun así, llegó un momento en el que las amarillas fueron capaces de construir un parcial constante y regular que las ayudaron a poner su máxima ventaja (14-10).

El juego de las grancanarias empezó a tener menos fisuras y eso les dio la opción de crecer, mejorando sus prestaciones para intentar forzar el tie-break. Sant Cugat apretó en busca de darle la vuelta, aunque Sulián Matienzo seguía y seguía martilleando el campo catalán con puntos bien acompañado tanto por Victoria Foucher como por una Lucía Varela que estaba ayudando en labores defensivas.

Con todo eso, el Olímpico pudo cerrar el set para llegar a la muerte súbita con la posibilidad de sumar 2 nuevos puntos en su casillero. Había bastante vida (25-21).

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Empezaba el tie-break con un CV Gran Canaria Urbaser bastante metido y con Sulián Matienzo imparable como durante todo el encuentro. Eso le dio la primera ventaja a las insulares para arrancar este último set con las mejores sensaciones. Pese a todo, el Sant Cugat no quiso amilanarse y volvió a incordiar a las de Saurín para igualar un tie-break que se definía por pequeños e ínfimos detalles (8-5).

Entre Vicky Foucher y Matienzo andaba el juego justo cuando llegaba el momento clave. Sin embargo, Sant Cugat seguía a la zaga muy de cerca (10-8). En ese instante, cada error iba a pagarse caro, pero parecía que las amarillas estaban, ahora sí, un puntito por encima en intensidad y concentración. Por esa razón, el cuadro canario logró alcanzar su punto de ebullición en el momento justo (13-9).

Con un punto de Lucía Varela el Gran Canaria Urbaser cerró entonces una remontada de las que valen su peso en oro tras haber superado un momento crítico. El Sant Cugat lo puso muy complicado, pero las olímpicas creyeron hasta el final para acabar sumando una nueva victoria en esta temporada tan dura (15-12).