Primero marcó Viera con la incertidumbre de la decisión de VAR. Luego igualó el Tenerife, en una aciaga jugada de libre directo. Pero cuando el derbi moría llegó el gol forzado por Alvaro Lemos que provocó una explosión de júbilo en el Estadio de Gran Canaria.

Dos novedades muy destacadas en el once amarillo. De una parte, el retorno de Raúl Navas al eje de la defensa y también el del galo Enzo Loiodice al centro del campo, por Ferigra y Fabio respectivamente. El bloque de las últimas jornadas se veía modificado con la vuelta de dos jugadores que pasaron por la enfermería. Y en la convocatoria finalmente no entró un cansado Adalberto Peñaranda, que apenas unas horas antes había actuado en Santiago de Chile con la selección vinotinto de Venezuela. Esa propuesta fue la de Las Palmas en un derbi que ya se pronosticaba exigente para ambos conjuntos.

Pero la gran primera novedad del clásico de nuestra Comunidad fue el extraordinario ambiente que retornó al Estadio de Gran Canaria, como los que se conocían antes del estallido de la pandemia del Covid19. El partido, sin empezar, ya lo tenía todo.

Las Palmas mostró pronto su tarjeta de presentación. A los 2 minutos un pase de Viera dejó a Jesé frente al portero, pero Soriano metió la mano salvando el disparo del ariete grancanario. Y en minuto 4 fue Alvaro Lemos, en libre directo, el que dio trabajo de nuevo al meta blanquiazul.

Esa fase inicial precedió una etapa de mayor igualdad y ocasiones menos claras. Hasta que por fin fue Jesé quien conectó con Jonathan Viera y el capitán de los grancanarios no perdonó, cruzando el balón a las redes de Soriano. El colegiado anuló en primera instancia el gol, pero la sala VAR rectificó la decisión al comprobar que un zaguero habilitaba la posición del 21 amarillo.

La celebración del gol local fue en diferido, como suele ocurrir tras una consulta con el vídeo arbitraje. Las Palmas había logrado la ventaja que merecía por dominio, intención y juego. Pero la pudo incrementar cuando, en la recta final del primer periodo, Pejiño entregó otro balón espléndido a Jesé. El disparo cruzado del delantero lo sacó con la punta de la bota Soriano, evitando que el cuero fuera en dirección de nuevo a las redes de Naciente.

El partido cambió parcialmente de mano en el segundo periodo y se equilibró tras una falta directa que sorprendió a Raúl Fernández. La propuesta visitante encontró pronto el premio del gol y se dibujó otro encuentro para la recta final.

Jesé volvió a presentarse por tercera vez ante el portero Soriano, en el minuto 73, y la jugada acabó en nuevo disparo rechazado por el portero visitante con meritorios reflejos.

Pinchi estuvo cerca también del segundo gol, en el minuto 82, tras una jugada de Pejiño. Pero su compañero no alcanzó a rematar bajo palos. La virtud de los grancanarios fue no levantar el pie del acelerador hasta el final. Y cuando se agotaban los minutos llegó la jugada de Lemos, cuyo centro desviado acabó con sorpresa en las redes blanquiazules.