La producción de la industria asturiana cayó en agosto un 18,9 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, el segundo mayor descenso entre las comunidades autónomas, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Se trata de una caída más acentuada que las registradas en julio, del 14,7 por ciento, y en junio, del 17,8 por ciento, aunque lejos de los desplomes de abril y mayo, los dos meses en los que mayor impacto tuvo la crisis sanitaria de la Covid-19, cuando se registraron retrocesos del 35 y del 26,7 por ciento, respectivamente.

Con ello, la producción industrial asturiana ha descendido en los ocho primeros meses del año una media del 16,9 por ciento

En el conjunto del país, la producción industrial bajó un 5,7 % en agosto respecto al mismo mes de 2019 debido principalmente a la debilidad de los bienes de consumo no duradero y los bienes de equipo, un descenso medio punto más moderado que el de julio, con el que suma su octavo mes consecutivo a la baja.

Las caídas del índice de producción industrial (IPI) se han ido moderando a medida que se recuperaba la actividad tras el levantamiento del estado de alarma.

El año ya comenzó a la baja, con reducciones en la producción del 4,3 % en enero y del 0,4 % en febrero, que, a partir de la declaración del estado de alarma, llegaron a ser del 12,1 % en marzo, del 34,1 % en abril y del 28 % en mayo, para después moderarse al 10,1 % en junio y el 6,2 % en julio.

La evolución del índice en agosto estuvo marcada por la caída de la producción de bienes de equipo, que cedió un 10,3 %, y de bienes de consumo no duradero, que se contrajo un 8,1 %.

También presionaron a la baja, aunque en menor medida, la producción de energía, que descendió un 4,6 %, y la de bienes intermedios, un 2,3 %, mientras que la producción de bienes de consumo duradero se incrementó en un 5,4 %.

De forma más detallada por ramas de actividad, las caídas de actividad más pronunciadas se concentraron en la industria del cuero y el calzado (26,9 %), las coquerías y el refino de petróleo (20,1 %), la fabricación de vehículos de motor (19,9 %), las artes gráficas (18,9 %) y la confección de prendas de vestir (17,3 %).

En los ocho primeros meses del año la producción industrial se redujo en un 12,8 %, lastrada por los descensos de la fabricación de prendas de vestir (33,7 %), vehículos de motor (30,6 %) o cuero y calzado (27,4 %).

La producción industrial cayó en agosto en todas las comunidades autónomas salvo en Murcia, Comunidad Valenciana y Aragón, donde se incrementó en un 6,9 %, un 2,6 % y un 1,6 %, respectivamente.

Los mayores retrocesos se dieron en Baleares (con una bajada del 19 %), Asturias (18,9 %), País Vasco (15,4 %) y La Rioja (13,5 %).

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La corrección de los datos con los efectos estacionales y de calendario no afecta a las cifras, ya que el IPI corregido también sufrió una caída del 5,7 % en agosto, 0,5 puntos más suave que la de julio.

Los datos mensuales corregidos muestran una desaceleración de la recuperación de la producción industrial, que solo avanzó un 0,4 % en agosto con respecto a julio, lejos de los crecimientos intermensuales de mayo (14,3 %), junio (13,6 %) y julio (9,6 %).

En términos mensuales, la producción estuvo impulsada por el aumento de los bienes de consumo duradero (5,1 %) y bienes de equipo (3,8 %), así como en menor medida de los bienes intermedios (1,9 %) y la energía (0,4 %), mientras que los bienes de consumo no duradero cayeron un 1,1 %.

Por ramas de actividad, los mayores avances mensuales se dieron en las industrias del tabaco (31,9 %), textil (20,5 %) y de madera (16,6 %), mientras que, por el contrario, la fabricación de productos farmacéuticos se contrajo un 15,7 % y la de extracción de antracita, hulla y lignito, un 11,9 %.