El presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández Vega, ha señalado este viernes que la celebración de los premios que concede anualmente esta institución en un contexto como el actual, marcado por la pandemia del coronavirus, es un intento de "preservar el optimismo".

En el discurso que ha abierto la ceremonia de entrega de la 40 edición de los Premios Princesa de Asturias, trasladado de su habitual escenario del Teatro Campoamor al salón Covadonga del hotel de la Reconquista, Fernández Vega ha recordado que la vida cotidiana y muchas costumbres y tradiciones "han cambiado para todos desde el pasado mes de marzo".

No obstante, pese a que el de hoy sea un acto distinto a los anteriores "su sentido último y profundo late de nuevo", el de unos premios creados hace cuarenta años para unir al mundo y hacer desde Asturias "una llamada a todo el que quisiera ponerse del lado de la cultura, del arte, de la ciencia, de la solidaridad".

"Ahora, cuando hemos vivido días de tanta tristeza y desasosiego, estar aquí para entregar estos galardones, es un regreso esperanzado a los orígenes de nuestra razón de ser", ha añadido tras incidir en que ese intento de preservar el optimismo con el que siempre ha la Fundación es "razonado" y nace de la capacidad sostenida en el tiempo para destacar a los mejores.

Fernández Vega, que ha tenido un recuerdo para uno de sus antecesores al frente de la Fundación Princesa, el empresario asturmexicano Plácido Arango, fallecido recientemente, ha apuntado que en el futuro "todo seguirá su camino" pero que esta ceremonia, en un contexto como el actual, "no se podrá jamás" de la memoria.

"A los días oscuros que nos han correspondido vivir, seguirán otros luminosos guiados por el trabajo tenaz y la solidaridad imprescindible para que todo lo que tanto dolor nos ha causado sea sólo un breve paréntesis", ha apuntado Fernández Vega.