La Fiscalía de Medio Ambiente y el Juzgado de Instrucción de Castropol han abierto diligencias de investigación a un vecino de un pueblo de Vegadeo al que la Guardia Civil imputa un delito de maltrato animal por los numerosos disparos de perdigones y balines que recibió un perro de ocho meses, que ha sido acogido por una protectora.

La Comandancia de Oviedo inició la investigación a raíz de que la Protectora Occidente Astur, en Coaña, presentara una denuncia el pasado 11 de noviembre ante los agentes de Navia, en la que exponía que había acogido a un cachorro que presentaba mordeduras de otros perros, así como numerosas heridas algunas de ellas ya cicatrizadas, de origen desconocido.

La protectora derivó al perro a una clínica veterinaria en La Caridad, donde localizaron a través de un estudio radiológico la existencia de numerosos perdigones y balines por todo el cuerpo y, tras su extracción, iniciaron un tratamiento de las heridas, ha informado este miércoles el instituto armado.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Vegadeo asumió la investigación y rastreó el origen de la camada desde el lugar donde se encontró al cachorro hasta la localidad vegadense de Nafarea.

Paralelamente, los agentes hicieron gestiones para localizar carabinas de aire comprimido, que disparan balines y perdigones como los extraídos del cuerpo del cachorro.

Un vecino que poseía una carabina de similares características fue identificado como presunto autor de un delito de maltrato animal.

Este delito está tipificado en el Código Penal con una pena de prisión a partir de tres meses e inhabilitación especial para la tenencia de animales de uno a tres años.

El Seprona ha agradecido la labor de las asociaciones animalistas y protectoras, con las que mantiene una estrecha colaboración, en la persecución de los delitos de maltrato animal.