La pandemia y, sobre todo, la falta de ayudas por parte del Principado esta colocando a la enseñanza concertada asturiana en una situación económica muy complicada.

Los centros concertados no han recibido hasta ahora ni un solo euro para hacer frente a los sobrecostes que supone la implementación de los protocolos y medidas anti covid. Han tenido que asumir el coste de la instalación de cámaras y equipos informáticos para las clases no presenciales, la habilitación de nuevos espacios o los refuerzos de limpieza y desinfección con sus propios recursos.

Como destaca el presidente de Escuelas Católicas en Asturias, Simón Cortina, si ya la financiación que recibían era claramente insuficiente para los gastos ordinarios, ahora “tenemos que atender lo que antes ya no era posible atender, más lo que ahora está surgiendo”.

Especialmente grave es la situación de los 300 profesores de refuerzo contratados por los colegios concertados para hacer frente a la Covid. El aumento de plantilla se pactó con el Principado durante el verano, pero educación aún no ha empezado a pagarles. Llevan trabajando desde septiembre y, según las ultimas promesas de la consejería, no cobrarán hasta diciembre.

Cortina ha mantenido este jueves una reunión telemática con la consejera de Educación, Carmen Suárez, y la directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas, Cristina Vega, a las que ha trasladado todos estos problemas y la necesidad de que el Principado colabore en la financiación de los gastos extraordinarios provocados por la pandemia.

Tras el encuentro, el presidente de Escuelas Católicas se mostraba optimista, la consejera se mostró receptiva a sus propuestas y cree que “hay voluntad” de llegar a un acuerdo.