El pleito que ENCE mantiene con el gobierno central por su planta de Pontevedra puede ser decisivo para el futuro de la factoría que la papelera tiene en Navia. El futuro de la planta gallega está amenazado tras el radical cambio de posición del gobierno central. El ejecutivo de Pedro Sánchez renunció en marzo a defender la prorroga, aprobada por el de Mariano Rajoy, para que la planta de ENCE, a orillas de la ría de Pontevedra, pudiese seguir funcionado hasta el año 2073. La renuncia del ejecutivo abre la puerta a que se anule esa concesión, tal y como demandan varias organizaciones ecologistas y el ayuntamiento.

La amenaza de cierre en Galicia hace que, en principio, la empresa baraje trasladar a Navia todas las inversiones previstas en aquella planta. Eso supondría duplicar, en el periodo 2019 – 23, los más de 300 millones previstos para ampliar la planta asturiana. ENCE estudia aumentar la fabricación en más de 200.000 toneladas y diversificar la producción con nuevos tipos de celulosa para la industria textil o higiene.

La decisión, sin embargo, aún no está tomada. El consejero delegado de ENCE, Ignacio de Colmenares, reconoce que está contentos en Asturias, donde además los terrenos son de su propiedad y no están afectados por la ley de costas. Sin embargo, advierte que los cambios de criterio del gobierno de Pedro Sánchez sobre medio ambiente pueden hacer que se replanteen todas sus inversiones en España: "Nos preocupa mucho la estabilidad de las inversiones en España. Lo que ha ocurrido últimamente con esta modificación reglamento ley de costas es una inseguridad jurídica absoluta; esto nos pone en duda y reflexión seguir invirtiendo en España".

Colmenares hacía estas declaraciones antes de reunirse con el presidente del Principado, Javier Fernández, con cuya salida de la política, ha afirmado, se cierra "un periodo muy importante" de Ence Navia. En los últimos diez años se han invertido 350 millones de euros, se ha doblado la producción y la plantilla creció un 30 %.