Lo ocurrido este domingo, 20 de junio en el campo de Luis Oliver, en Oviedo ha dejado unas imágenes lamentables que, por ahora, desde la Federación Asturiana de Fútbol prefieren no valorar en detalle hasta recibir el acta arbitral con lo ocurrido exactamente sobre el terreno de juego, aunque fuentes de la Federación apuntan a COPE que son unos hechos lamentables absolutamente condenables, sobre todo porque ocurren entre chavales, mayoritariamente de entre 16 y 18 años.

En el campo de Luís Oliver los equipos juveniles del Grujoan y del Juventud Estadio se jugaban el ascenso a Liga Nacional en un partido caliente en el que el árbitro mostró tres cartulinas a sendos jugadores del Grujoan, aunque fue la última jugada del partido la que terminó de calentar los ánimos; jugada que le cuesta la tarjeta roja al portero del Grujoan y que significó el penalti que, a la postre, le dió el triunfo al Juventud. El partido finalizó así, con victoria por 1-2 favorable al Juventud Estadio, tras la cual y según fuentes del Grujoan, el entrenador del Juventud Estadio, Pablo Tomé, se dirigió a la grada con gestos de provocación lo que propició que los ánimos se encendieran y comenzase una batalla campal a puñetazos y patadas que terminó con Pablo Tomé en las urgencias del HUCA a consecuencia de los golpes recibidos por parte de un jugador del Grujoan. Pablo Tomé dice que se vió acorralado y que ya emprendió acciones legales contra el jugador en cuestión que, a su vez, también va a interponer una denuncia. Lo ocurrido en el campo requirió además la presencia de la Policía Nacional y de la Policía local, aunque los incidentes terminaron sin detenidos. En todo caso, el acta arbitral esclarecerá aún más lo ocurrido, independientemente de las acciones legales que emprendan las personas implicadas.