El Principado de Asturias registró el pasado año 14.570 defunciones, prácticamente el triple que los 4.929 nacimientos contabilizados en el ejercicio, según los datos provisionales publicados por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).

Durante el pasado año, marcado por la crisis sanitaria de la covid-19, Asturias registró la mayor cifra de defunciones de la serie histórica, que se remonta al año 1980, cuando fallecieron 10.315 personas , a la vez que redujo los nacimiento a un nuevo mínimo al ser la primera vez que el Principado baja de los 5.000 nacimientos anuales. La cifra más baja de nacimientos se había registrado, precisamente, en el año 2019, cuando nacieron 5.152 niños en Asturias.

Esto se debe a que el número de defunciones subió el pasado año un 12 por ciento respecto a 2019, mientras que los nacimientos cayeron un 6,4 por ciento respecto al año anterior.

Con ello, Asturias registró la mayor pérdida de población por causas vegetativas de la serie, casi 10.000, concretamente 9.641 personas, superior en 1.899 al anterior máximo registrado en 2019. Si nos fijamos en la pirámide de población, comprobamos los porcentajes por edad en Asturias. A diciembre de 2019, la población de entre 0 y 14 años en el Principado era del 10,83%, el grueso lo encontramos en el arco que va de los 15 a los 64 años, que representa el 63,08% de la población, los mayores de más de 64 años, son el 26,09% de la población asturiana.

La estadística publicada por Sadei también refleja que los matrimonios celebrados en Asturias se desplomaron un 46,5 por ciento, hasta 1.978.

Se trata de la primera vez, dentro de la serie histórica disponible, que Asturias baja de los 3.000 matrimonios anuales.