Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres mujeres, vecinas de Gijón, que abordaron a dos parejas en el paseo de la playa de Poniente y les sustrajeron un teléfono móvil. Una hora después, las autoras pidieron un rescate de 150 € para poder recuperarlo.

En la madrugada del día 5 de septiembre, la Policía Nacional recibió una llamada en la que un vecino de León daba cuenta del robo sufrido en la playa de Poniente.

El requirente explicó que cuando paseaba en compañía de su novia y unos amigos, sobre las tres y media de la mañana, les habían abordado unas mujeres que les habían acometido, tirado todos los efectos del bolso de las mujeres y les habían sustraído un teléfono móvil.

Una hora después, en su vehículo de camino a su ciudad de residencia, había hecho una llamada al móvil en un último intento para poder recuperarlo y su interlocutora le había exigido 150 euros por devolvérselo.

Ante esta insólita petición, la víctima dio cuenta a la Policía Nacional ya que las autoras le habían dado un punto de encuentro en el barrio del Natahoyo. Alrededor del lugar indicado, en las inmediaciones de una panadería, se estableció un dispositivo con dotaciones policiales sin distintivos, para no alarmar a las denunciadas y recuperar el terminal.

LA POLICÍA NACIONAL INTERVINO EN EL "INTERCAMBIO"

Al encuentro se personaron cuatro mujeres y en el momento del intercambio, una de ellas sacó el móvil del interior de su escote a la espera de recibir el dinero pactado. Esta acción fue el detonante para la identificación de estas personas, proceder a su detención y recuperar el móvil ”secuestrado”.

Las autoras de 40,34 y 33 años fueron detenidas como presuntas autoras de un delito de por robo con intimidación. La joven que guardaba el teléfono móvil en su escote, se comprobó que era la hija de una de las detenidas y tenía 13 años por lo que, al no tener la edad mínima para ser responsable penalmente, se dejó a cargo de un tutor.

UNA DE LAS DETENIDAS LLEVABA OTRO MÓVIL ROBADO

Entre los efectos de una de las detenidas fue hallado otro móvil que también constaba como sustraído en las bases de datos policiales y había sido denunciado días antes por un vecino de Gijón. La víctima manifestó que el teléfono se lo había quitado una mujer a la que había prestado ayuda cuando la había visto en malas condiciones físicas pidiendo en la calle. En un descuido se había apoderado de su terminal y luego había desaparecido sin dejar rastro.

Las tres arrestadas tenían numerosas antecedentes por delitos contra el patrimonio y malos tratos en el ámbito familiar.

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