La mayoría provienen de Asia, aunque hay algunas que llegan del Mediterráneo y de América; son las especias. El uso de algunas de ellas, como la albahaca o la hierbabuena se remonta a cientos de años a.C. China, Egipto, India, Sri Lanka, son algunos de los territorios que comenzaron a utilizar plantas para aromatizar los alimentos, como cosméticos e incluso en lociones relacionadas con el embalsamamiento. Una de las especias más populares es el pimentón, a la que se le atribuyen propiedades para prevenir algunas enfermedades cardíacas. Es ideal para los guisos de carne. Su origen es indio y hay dos variantes: el dulce y el picante. Tenemos también el comino, una de las especies más antiguas. Es muy aconsejable para potajes y guisos con un alto poder aromatizante. También se puede utilizar en quesos y carnes. En ninguna cocina que se precie puede faltar el azafrán. Es la especia más cara del mundo, porque es difícil de obtener, y es que por cada medio kilo de azafrán, son necesarios 50 kilos de su flor. Su pareja de baile más popular es el arroz, la paella, aunque también se utiliza para algunas carnes o a la cazuela. El orégano es mucho más que un condimento para la pizza, combina muy bien en aderezos para ensaladas, o con quesos, carnes y huevos. Además es un remedio natural que se utiliza para combatir los resfriados y las indigestiones. Otra hierba aromatizante muy popular es el romero. Combina muy bien con carnes, especialmente la del cordero. Posee además numerosas propiedades medicinales: es antiséptico, depurativo, estimulante estomacal y diurético. La canela, la nuez moscada, el clavo, la cúrcuma, el cardamomo, el jengibre, el curry, la vainilla, son algunas de las especias más usadas en la cocina y que también poseen propiedades que van en beneficio de la salud.