Lejos de lo que se pudiera suponer, la Cocina Económica de Oviedo aumenta el número de comensales durante estos meses de verano. Las cifras que facilita Sor Fernanda García, al frente del comedor social son de 200 comidas diarias, y cerca de otras 200 cenas, que los comensales se llevan en sus bolsas para casa. Durante el verano no se sirven cenas en el propio comedor ya que hay que dar vacaciones a los trabajadores y voluntarios, con lo que es la primera vez que las personas que acuden a cenar, se llevan los menús a sus domicilios.

Los factores que influyen en este aumento de personas son los que están golpeando a gran parte de la sociedad: la crisis inflacionista con la consiguiente subida de precios en muchos alimentos, y la crisis energética que está afectando a muchas familias.

Sor Fernanda señala que son "personas que tienen los pisos o las habitaciones alquiladas, y a todas les han subido la renta por el aumento de los precios que tienen que pagar los arrendadores". Preocupa especialmente el que familias enteras con menores a su cargo acuden en cada más número y llevarse la cena para toda la semana; "eso también se nos está disparando, familias que aunque tienen una pequeña o trabajan no pueden hacer frente a todos estos gastos". Sor Fernanda puntualiza además que están llegando familias, no solo de Ucrania, sino también de otros países, además de nacionales.

Con todo, el perfil de esta gente es de personas totalmente normalizada, cuando hasta ahora teníamos la imagen de personas que estaban en la calle o sufrían de alguna toxicomanía, "ahora son personas como nosotros que han ido acumulando deudas, o simplemente que los niños crecen y hay que atenderlos". La responsable de la Cocina Económica hace un llamamiento a las administraciones para tomen cartas en el asunto porque con la llegada del otoño, y posteriormente del invierno, la situación va a empeorar, "hay que tener previstas unas soluciones para esta gente que son quienes más lo sufren".