El jefe del Ejecutivo asturiano, Adrián Barbón, ha recordado este domingo el primer aniversario de la detección del primer caso confirmado de covid-19 en Asturias, que se produjo el 29 de febrero del pasado año, y del que se enteró por una llamada del consejero de Salud, Pablo Fernández, en la que le dijo: "Presidente, ya lo tenemos aquí, primer caso confirmado".

A través de su perfil en una red social, Barbón ha asegurado recordar "perfectamente" esa jornada, "el día en que todo cambió, pues a partir de ese momento ya nada sería igual", en la que se confirmó el primer positivo en la región, el del escritor chileno Luis Sepúlveda, que falleció tras 48 días ingresado en la UCI,

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Recuerdo perfectamente aquel 29 de febrero, día en que se detectó la llegada del coronavirus a Asturias y el primer contagio, el escritor tristemente fallecido Luis Sepúlveda
El día en que todo cambió, pues a partir de ese momento ya nada sería igual.
Abro hilo (1)

— Adrián Barbón �� (@AdrianBarbon) February 28, 2021

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Esa misma mañana, señala el presidente asturiano, se había acordado la constitución de un órgano del que formaría parte el Principado, la Delegación del Gobierno y al que se incorporaría la Federación Asturiana de Concejos "para coordinar lo que se nos venía".

"Aquel día tuve una comida con tres amigos del Instituto David Vázquez Martínez, comida que hacemos todos los años. Fue la última vez en este año en que realmente pude desconectar de la situación. Desde ese día el coronavirus todo lo ocupó, la preocupación no se va", añade Barbón, que iba a volver a Laviana, la localidad donde reside, cuando recibió la llamada del consejero.

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“Presidente, ya lo tenemos aquí, primer caso confirmado”, asegura que le trasladó el titular de Salud, con el que se citó en el Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, "para analizar la situación y explicarla a Asturias" en una rueda de prensa en el centro sanitario al que pocas horas antes habían sido trasladados desde Gijón Sepúlveda y su esposa

Ese día, afirma Barbón, escuchó "palabras que luego se repetirían de forma constante" como neumonía bilateral mientras los médicos les mostraban unas placas. "En aquel pequeño despacho del HUCA tuvimos claro que había que explicar la gravedad de la situación y lo que venía", añade.

Según el jefe del Ejecutivo asturiano, su equipo lo tuvo "claro" desde el principio sobre la necesidad de "decir la verdad", "no ocultar la gravedad" y "explicar lo que podía suceder" en una rueda de prensa acompañado por los máximos responsables de la Consejería de Salud, "que desde aquel día se han convertido en pilares en la lucha contra el coronavirus en Asturias".

"Dicen que la cara es el espejo del alma. En mi caso es así. Aquel día, en la rueda de prensa, estaba serio y muy preocupado. Sabía que aquello marcaba un antes y un después, aún sin ser conscientes de lo que se nos venía encima. Aquel 29 de febrero cambió y nos cambió", añade.

Un año después, subraya el presidente asturiano, hay que seguir luchando "hasta ganar por fin al virus" y contener su avance "porque eso salva vidas" mientras se deposita toda la esperanza en la vacuna en una Asturias donde la incidencia, pese a la bajada de contagios que ya registra la tercera ola, sigue muy alta y en la que "cualquier exceso significará un rebrote".