La multinacional siderúrgica ArcelorMittal ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que garantiza el 90 del salario bruto anual y que no se aplicará en ninguna instalación que mantenga al 100 % su capacidad productiva, según han informado fuentes sindicales.

El acuerdo alcanzado en Etxebarri (Vizcaya) con la mayoría sindical de UGT, CCOO y USO otorga una vigencia del ERTE hasta el 31 de diciembre de 2022 con un porcentaje de aplicación máxima en función de la caída de producción, en el caso de Asturias del 25 %; en Sagunto (40 %); Etxebarri (20 %); Lesaka (60 %), y del 20 % en Largos (Olaberria- Bergara).

No se aplicará este expediente en ninguna instalación que tenga las capacidades productivas al 100%, mientras que, para el personal de los servicios transversales, la aplicación será como máximo el porcentaje de la planta a la que pertenecen.

El porcentaje salarial será del 90 % del salario bruto anual y del 100 % en el caso de las pagas extras y vacaciones.

UGT FICA había pedido el abono del 100 % del anterior ERTE por covid, declarado nulo, y la dirección ha confirmado que regularizará a todos los trabajadores antes de la finalización del presente año.

Por su parte, CCOO ha dicho que ha suscrito el acuerdo en un ejercicio de responsabilidad, “a pesar de que no han quedado plenamente acreditadas las causas motivadoras que aduce la empresa”.

El acuerdo también recoge medidas de formación, según lo que señala el Estatuto de los Trabajadores, y una comisión de seguimiento del mismo tanto a nivel local como estatal.

Incertidumbre y parada de instalaciones

El acuerdo para la aplicación de un ERTE llega después de que la multinacional siderúrgica ArcelorMittal completara el pasado jueves la parada del Horno Alto "A" de Veriña, por un periodo mínimo de tres meses a la espera de que puedan mejorar las condiciones del mercado que permitan su rearranque.

La mayor afectación de la medida sobre el resto de las instalaciones siderúrgicas estará en Acería de Avilés, el Tren de Bandas en Caliente y la división de Laminación en Frío.

La dirección de ArcelorMittal sostiene que la situación del mercado del acero en Europa, que califica de “muy adversa”, con altos niveles de importaciones extracomunitarias y reducida demanda, motivan la adopción de esta medida “orientada a proteger la rentabilidad y sostenibilidad de sus operaciones en Asturias”.

La decisión se adopta en un momento de incertidumbre económicapor la guerra de Ucrania, a la que se unen las elevadas importaciones de productores extracomunitarios. Esos productores no se ven afectados por los crecientes costes derivados del sistema europeo de asignación de derechos de emisión de CO2, lo que impacta en la posición competitiva de los fabricantes europeos.

Pese a estos problemas, ArcelorMittal asegura que asume plenamente su responsabilidad en la descarbonización de la industria siderúrgica y su compromiso de cumplir los objetivos del Acuerdo de París.