El acusado de asesinar a un médico en Grado en agosto de 2016 ha reconocido los hechos y asumido una condena de 26 años y medio de prisión, por lo que el juicio que iba a comenzar este lunes no ha tenido que celebrarse. La Fiscalía del Principado de Asturias solicitaba inicialmente 30 años de prisión.

Daniel Jiménez, más conocido como “El Araña”, deberá además indemnizar con 37.500 euros a una de las hijas de la víctima y con 25.500 a la otra y no podrá acercarse o residir en Grado ni Oviedo en un periodo de 35 años.

Según recoge el escrito del Fiscal, los hechos ocurrieron en agosto de 2016. El doctor Francisco Crego, médico jubilado y que entonces tenía 83 años de edad, era propietario de una finca en la localidadde La Barraca, en Grado, a donde iba a cuidar de sus plantas. Para realizar tareas en la finca, tales como limpiar la maleza o podar las plantas, solicitaba en ocasiones la ayuda de “El Araña”, residente en la propia barriada, sin trabajo fijo ni más ingresos que lo que le daban los vecinos por trabajos ocasionales en sus fincas.

Según el fiscal, durante el mes de agosto de 2016, al marcharse el doctor Crego de vacaciones, encargó al acusado regar las plantas y limpiar los accesos de su finca. El día 28 de agosto, el acusado se desplazó a la finca de la víctima y, alrededor de las 12.20 horas le pidió que le pagara 10 euros por el trabajo realizado.

El médico le respondió que no tenía billetes pequeños y le enseñó la cartera, que contenía unos 80 euros, todo en billetes superiores. En ese momento, el acusado, que tenía un cuchillo, se supone en principio que para realizar trabajos en la finca, decidió matar al doctor para apoderarse del dinero que llevaba en la cartera y que le acababa de enseñar.

Así, en el momento en que el médico se subía a su vehículo para marcharse, el acusado comenzó a golpearlo reiteradamente con la puerta, causándole varias heridas contusas en hombro y muslo derecho y, cuando ya se había caído al suelo, en la cabeza. Inmediatamente después, con el cuchillo que llevaba, y con el fin de originarle el mayor sufrimiento posible, le produjo múltiples heridas por cortes poco profundos en cara, cuello, tórax y manos. Finalmente, le asestó una cuchillada en el cuello de 24 centímetros y medio de longitud, que le produjo la muerte por shock hipovolémico. La herida era mortal de necesidad.

A continuación, el ya asesino confeso, se apoderó de la cartera y del teléfono móvil de F.C.M. Minutos después, tras guardar los 80 euros, arrojó la cartera de la víctima, con documentación y fotos personales, al interior de una alcantarilla y se deshizo del teléfono móvil, tirándolo a un riachuelo que corre paralelo a la N-634. Ambos efectos fueron recuperados posteriormente por la Guardia Civil. Igualmente arrojo el cuchillo, envuelto en una bolsa de plástico, a un contenedor de basura pero no pudo ser recuperado.

Daniel Jiménez es consumidor de sustancias estupefacientes desde hace muchos años, pero en el momento de cometer el crimen estaba a tratamiento con metadona.