El presidente de la Asociación de Sidreros de Gascona, la calle más emblemática de Oviedo para echar un culín, Pedro Caramés, dice que Gascona va a abrir escalonadamente más pensando en retomar en la actividad y volver a la actividad, porque económicamente no interesa. El tener que cerrar los establecimientos a las ocho de la tarde, sin poder servir cenas, es un hándicap importante porque es abrir un negocio al 50% y con las limitaciones que supone con la separación entre mesas y sin poder servir en barra, con lo que rentabilidad baja al 50%. Añade que hay que contratar a un cocinero a un ayudante de cocina y eso sólo para comidas, y claro tú a estas personas y no puedes partir al cocinero por la mitad para dar solamente comidas.
Pedro Caramés reconoce que estas semanas han sido muy duras porque estamos acostumbrados a tener mucho trajín en el día a día y vemos el futuro con muy poca esperanza, porque además está dejando a muchos compañeros por el camino. Caramés tiene claro que esto es una carrera de fondo hasta que las vacunas solucionen la crisis sanitaria, pero el cansancio ya se ha apoderado de muchos hosteleros. Reconoce que estamos desesperados porque sin la ayuda del Estado no se puede sobrevivir, estamos muy cansados, todo el día echando cuentas y sin poder dormir dándole vueltas a la cabeza.
De momento, la actividad en el Bulevar de la Sidra, en Oviedo es más bien poca, hemos visto algunos hosteleros preparando el local para reapertura del interior, pero más bien pocos y con el gesto cansado y preocupado. Todos esperan que poco a poco esta emblemática calle vuelva a ser lo que era.