“Ser payaso me ha cambiado la vida” , ese es el sentimiento que invade a Enrique Patricio (Tropezones) uno de los componentes de Clowntigo Payasos de Hospital.

Los trece payasos que forman Clowntido tiene una preparación continua a lo largo del año, no solo para reforzarse en diferentes disciplinas, si no también para ponerlas en práctica de la mejor manera posible.

Cada viernes por la mañana, el área de pediatría del Hospital Universitario Central de Asturias se llena de globos, pompas y cariño, elementos indispensables para reconfortar a niños, acompañantes y personal sanitario. Estos últimos, ya se han convertido en cómplices del trabajo de los “Clowntigo” y colaboran activamente en sus iniciativas.

El trabajo de los Payasos de Hospital no queda ahí. Desde noviembre trabajan en un proyecto de la Universidad de Oviedo que les acerca cada jueves a la UCI pediátrica con el fin de estudiar el efecto de estos payasos en los más pequeños. Y, muy pronto, estos payasos que se han ganado el cariño de todos, estarán regalando con sus rojas narices montones de sonrisas en otro hospital asturiano.