El Museo de Bellas Artes de Asturias reabría sus puertas tras lo peor del confinamiento, el pasado 21 de mayo. Fue de los primeros centros culturales del país en abrir sus puertas. Una apertura de "tanteo" y con la que progresivamente los visitantes se iban animando a recorrer las salas de la pinacoteca porque había ganas de disfrutar otra vez del arte. Llegaba el verano y con las expectativas lógicas de como iba a resultar teniendo en cuenta que apenas había visitantes extranjeros. Con todo esto, los meses de julio y agosto finalizaban con casi 21.000 visitas, lo que significa casi un 70% de los 30.000 visitantes registrados en 2019, teniendo en cuenta que el año pasado fue el mejor de la historia en cuanto a visitas. El mes de septiembre registraba algo más de 6.000 visitas, cifra también satisfactoria. En 2019, las visitas en septiembre llegaron a las 8.600. El director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, dice que son buenas cifras y para estar satisfechos teniendo en cuenta la complicada situación que se vive desde el pasado mes de marzo. Ahora toca finalizar el año en las mejores condiciones posibles, no tanto por el número de visitas, sino por su calidad. El Museo acoge desde el pasado 17 de septiembre, y hasta el próximo 13 de diciembre la exposición "El diablo, tal vez", una retrospectiva en torno a las obras de la familia Brueghel. Un tema que 500 años más tarde retoma el artista belga Antoine Roegiers con nuevos medios que permiten actualizar y acercar este género y su iconografía al espectador actual. Elobjetivo de Roegiers es poner en movimiento una de las riquezas compositivas de Jan Brueghel el Viejo mediante siete videos dedicados a los pecados capitales. Otra de las exposiciones que acoge el Museo es la colección Destacados. Colección Telefónica, con obras de Picasso, Juan Gris, Magritte, Delvaux, CHillida, Tápies o el artista asturiano Luis Fernández, entre otros.