De forma paralela a los trabajos técnicos en el edificio que alberga el colegio San Vicente de Paúl de Gijón, donde un derrumbe mató a dos trabajadores el pasado miércoles, el equipo directivo del centro trabaja para que sus casi 700 alumnos puedan recuperar, cuanto antes, las clases presenciales.

El director, Manuel Fuertes, ha contado en COPE que les han llegado numerosos ofrecimientos, pero pide paciencia: "¡Hasta despachos parroquiales nos han ofrecido! Pero hay que valorar todas las opciones bien, porque con los requisitos del COVID, no todos los espacios valen".

"Estamos muy agradecidos por el aluvión de propuestas que hemos recibido, pero necesitamos tiempo para analizarlas y escoger la mejor opción", asegura Fuertes, que sí advierte de que las clases telemáticas deben terminar de la forma más pronta posible, a pesar de que la primera jornada se ha cerrado sin incidencias reseñables: "Nos ha ido mejor de lo que esperábamos, nos hemos adaptado en tiempo récord", reconoce.

Asegura Fuertes que las conversaciones para buscar soluciones con Ayuntamiento y Principado son constantes. La consejera de Educación, Lydia Espina, asegura que están a la espera a los informes técnicos del edificio para decidir qué hacen.

De momento, en la mañana de este lunes, los bomberos han visitado la zona para comprobar que el tirante instalado este fin de semana está cumpliendo su cometido: evitar que se venga abajo un tramo de cornisa. Además, se han retirado los últimos escombros del derrumbe.