Los taxistas asturianos afrontan el verano con optimismo tras dos años muy complicados para el sector por culpa de la pandemia. Temen, sin embargo, un otoño duro por la incertidumbre económica que existe y la ola inflacionista que parece imparable. "La factura de los carburantes se ha duplicado, cargar los taxis eléctricos es más caro y las ayudas son insuficientes", ha explicado en COPE el recién elegido secretario general de la Federación Asturiana del Taxi, Iván Velasco, que ha dado el relevo a José Artemio Ardura.

"El precio de los combustibles está por las nubes y tampoco resulta tan rentable como antes tener un taxi eléctrico porque también ha subido el precio de la luz", se queja Velasco.

Pese a la escalada inflacionista, la demanda de los servicios no ha caído y el verano se presenta "muy bien" porque el turismo es una de las principales fuentes de ingresos para los profesionales del taxi. "Aunque viene una época buena, preocupa en el sector qué va a pasar en septiembre cuando afloje el turismo y nos encontremos en el día a día".

En Asturias existen más de 1.200 licencias de taxi. La cifra no se ha visto reducida durante la pandemia y se mantienen, prácticamente, las mismas aunque "puede haber alguna menos", ha explicado el nuevo secretario general de la Federación Asturiana del Taxi.

A diferencia de lo que ocurre en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, en el Principado, de momento, no han irrumpido los conocidos como VTC, servicios de turismo con conductor para el transporte de pasajeros que, a diferencia de los taxis, es preciso contratar con antelación. "El temor a Uber o Cabify existe pero en la Ley de Movilidad de 2018 quedaron atadas las licencias y esperemos que siga todo así de tranquilo", ha destacado Velasco en la entrevista emitida en COPE Asturias.