La afición del Real Oviedo se fue decepcionada de Lugo. Justo después de que Varón Aceitón pitase el final del encuentro, la grada azul ya mostró su descontento con la plantilla. Una nueva derrota que mina la moral de los seguidores azules, que ven cómo su equipo se acerca a la Segunda División B.
Ese enfado se trasladó también a la salida de los jugadores del estadio, rumbo al autobús. Por un lado, el presidente, Jorge Menéndez Vallina, junto al resto de integrantes del Consejo de Administración, intercambiaba su parecer con los aficionados azules.
Al mismo tiempo, futbolistas del equipo comenzaban a incorporarse al autobús, apesadumbrados, para iniciar el viaje de regreso a Oviedo. Las críticas y las voces disonantes se escuchaban a la perfección, aunque algunos futbolistas, como Luismi, se iban aplaudidos. "Eres el único que hace algo", le gritaban los aficionados.
Christian Fernández, uno de los capitanes de la plantilla, se paró a intercambiar opiniones con algunos seguidores. "¡Levanta ese vestuario, que nos vamos a Segunda B!" era una de las frases que se escuchó en la conversación con el cántabro, mientras que otros seguidores recordaban al futbolista el coste económico del desplazamiento y el apoyo que siempre ofrece la afición.
Los azules vuelven este lunes al trabajo y se ejercitarán a puerta cerrada. Además, el acto con un patrocinador, previsto para el mediodía en León, se ha suspendido.