El Lealtad ha regresado a Asturias en la noche del sábado sin jugar su final por el ascenso a la Segunda División B. El partido contra el Alcoyano se ha suspendido al detectarse tres casos positivos en el Marino, equipo canario que iba a jugar el otro partido el domingo frente al Linares. La Federación Española de Fútbol comunicó la decisión apenas dos horas antes del encuentro del Lealtad. De esta forma se abre otro frente en el fútbol español, enfrentado de bruces contra la realidad del coronavirus.

"Estábamos casi subiendo al autobús para ir a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas cuando me ha llamado el presidente y me dice que esperemos un poco, porque le acaban de decir que seguramente se suspenda el partido. Fueron momentos de incertidumbre total, y al poco nos confirman que oficialmente queda suspendido el encuentro, y que regresemos a Villaviciosa", ha explicado el entrenador del Lealtad, Clemente Sánchez.

"La situación ahora mismo es muy complicada, una incertidumbre total. Tenemos incluso un futbolista que se ha quedado en Madrifd; hay otros jugadores que tienen los contratos de alquiler de los pisos vencidos. Y el resto de la gente con ninguna gana de seguir, después de siete semanas entrenando y que ahora haya que esperar más tiempo", ha lamentado el técnico asturiano, que pide "una solución inmediata porque esto parece una auténtica locura".

El Lealtad ha vuelto a casa sin saber si tendrá que seguir entrenando y cuál será su sitio en el fútbol de la próxima temporada. A esta gran incertidumbre el club suma los gastos del viaje, que superan los 2.000 euros, sin que de momento la Federación Española de Fútbol haya transmitido si los cuatro equipos participantes en el último 'play off' tendrán algún tipo de ayuda para hacer frente a los costes.