Toda Asturias estará pendiente del derbi asturiano de este sábado entre el Oviedo y el Sporting. Y el cocinero Marcos Morán no será una excepción. Al frente de Casa Gerardo, hará todo lo posible por ir siguiendo el partido. "Tenemos una oficina en Casa Gerardo, con la tele puesta, hacemos como que vamos al baño…", bromea.

La vinculación de Marcos Morán con el Sporting le viene desde pequeño. "Estudié en el CODEMA, vivo en Gijón, mi padre participó en la directiva… estaba en la directiva del descenso del 98. Quini era como de casa, aquí se hicieron fichajes históricos… Por afinidad y un poco por sentimiento, aunque también soy madridista", asegura. "Qué chulo sería tener a los dos en Primera", añade.

Los futbolistas del Sporting eran fijos hace unos años en su restaurante, aunque ahora son más los azules los que visitan Casa Gerardo. "Teníamos más relación hace unos años. Por ejemplo, con Lora, que fue capitán, con Cuéllar. Gragera vino hace poco… pero clientes como tal, el más cliente es Borja y también Sangalli, que es aficionado a la gastronomía. Si gana el Oviedo tengo garantizada una mesa para venir a chorrear la semana después. Tenemos la suerte de tener un derbi sano", reconoce.

"Si el Sporting fuera un plato… Hay una tarta que es muy de Gijón, la charlota, que tiene muchas cosas y cuando la comes aparecen muchas cosas. Está en desuso. El Oviedo tiene a los carbayones. Es un equipo más práctico", reconoce.

El cocinero admite que siempre se las apaña para ver o seguir los encuentros de fútbol marcados en rojo. "Los partidos importantes siempre tuve que perdérmelos de alguna manera por el trabajo, pero intento seguirlos. En la boda de Lora, con la Champions que ganamos a la Juve, (con el Real Madrid) con gol de Isco, estábamos dando la boda de Lora. Escuché en el coche el partido. El padre de Lora estaba conmigo en el coche. Había mucho futbolista en la boda y los camareros tenían que filtrar la información", concluye.