El Real Oviedo ha comenzado con derrota la temporada 2022-23 después de un partido en el que fue de menos a más ante el Andorra, recién ascendido a LaLiga SmartBank. Mala puesta en escena del Oviedo que volvió a pagar caro el principal problema detectado en pretemporada: la falta de gol.
En la primera parte, el conjunto entrenado por Eder Sarabia terminó con el 72% de la posesión, ante un Oviedo que naufragó en la presión. La mejor noticia para los de Bolo es que el dominio con balón del Andorra no se traducía en ocasiones ante la meta defendida por Tomeu Nadal. Tampoco el Oviedo era capaz de robar y salir a la contra con peligro, como resultado de las buenas vigilancias defensivas que Vilanova y Alende ejercían sobre Obeng y Borja Bastón.
En la segunda mitad, el Oviedo mejoró. La entrada de Marcelo Flores equilibró el centro del campo, donde el Oviedo estaba perdiendo la batalla hasta entonces. Poco a poco, los azules fueron encontrándose más cómodos y la entrada de Sangalli, Enrich, Jimmy y Montoro terminaban de empujar a los asturianos, que dominaban el último tercio del encuentro.
Ni Enrich en un cabezazo a centro de Bastón ni Sangalli y Montoro con sendos remates desde la frontal del área fueron capaces de batir a Lizoáin, en tres claras ocasiones que pudieron decantar el partido.
En el minuto 89 llegó uno de las jugadas clave del partido: Sergi Enrich fue expulsado después de actuar el VAR tras una entrada dura en el centro del campo. Apenas cinco minutos después, un cabezazo de Pau, en el 94', se colaba en la porteria del Oviedo y dejaba helados a los más de 14.000 espectadores que poblaron las gradas del Tartiere.
El partido terminó con el 0-1 y la sensación de que a este Oviedo de Jon Pérez Bolo aún le queda mucho por trabajar para lograr ser un candidato al playoff de ascenso.