La vacuna contra la tuberculosis que desarrolla la Universidad de Zaragoza entra en su última fase, la fase 3. En 2022 se iniciarán los ensayos de eficacia en recién nacidos en el África Subsahariana. Se suministrará entre 6.000 y 7.000 recién nacidos en zonas donde este virus afecta a entre un 1 y un 2% de los bebés.

La nueva vacuna MTBVAC entra así en su fase 3 que, tras un periodo de seguimiento que durará unos 5 años, podría demostrar su alta eficacia contra la tuberculosis y sustituir a la actual vacuna que se administra, la BCG. Esto significa lograr una inmunidad de más de un 50%.

“Estamos muy esperanzados con los datos que tenemos en macacos, en los que la protección es de un 80%, y en bebés en la anterior fase, porque reconoce las proteínas que no tiene BCG. Es lo que más nos anima y pensamos que va a funcionar”, es lo que ha dicho catedrático, Carlos Martín, que lidera esta investigación desde hace 25 años.

La tuberculosis es la enfermedad de la pobreza y la que más vidas se ha cobrado a lo largo de la historia. A día de hoy, continúa matando a más de 1.400.000 personas al año, que es una cifra comparable a las causadas por la Covid-19, a pesar de que en el caso de la tuberculosis existen desde hace tiempo tratamientos y la vacuna BCG. Afecta, sobretodo, al África Subsahariana. De ahí que la Universidad de Zaragoza busque la colaboración público-privada para conseguir un precio asequible.

En 2008 la farmacéutica española Biofabri se convirtió en socia y también cuentan con la colaboración del Instituto Pasteur. Han conseguido 20.000.000 euros de la Iniciativa europea sin ánimo de lucro TuBeruclosis Vaccine Initiative (TBVI). Pero por delante les queda conseguir 60.000.000 euros para finalizar la fase 3 en bebés y entre 100.000.000 y 200.000.000 euros para comenzarla en adultos (muy importante en este caso porque son los transmisores de la enfermedad).

“Biofabri busca financiación de fondos públicos para que el precio de la vacuna sea asequible. Es una de las condiciones que ha puesto la Universidad de Zaragoza”, ha explicado el catedrático. En este sentido ha señalado que “si lo comparamos con los mil, o dos mil o tres mil millones de euros que tiene cada una de las vacunas de Covid, las cifras son un poco irrisorias. Los tiempos son los que marca la enfermedad, pero también la financiación”.

Este anuncio coincide con el centenario de la primera administración de la actual vacuna contra la tuberculosis, BCG, a un bebé en el Hospital de Charitè de París, cuya madre había muerto por dicha enfermedad.

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