La plaza de Santa Engracia de Zaragoza estrena una nueva imagen en la que la accesibilidad y el peatón son los protagonistas. Hoy el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha inaugurado esta reforma, que se ha hecho en el tiempo récord de 6 meses y que ha supuesto una inversión de 700.000 euros.

La plaza se ha convertido en una plataforma única que van a poder disfrutar mejor vecinos y turistas, y donde la basílica de Santa Engracia cobra protagonismo y queda despejada de coches. El busto de Joaquín Costa -que ha recuperado su color original- se ha trasladado para darle mayor protagonismo, se han colocado bancos, nuevos espacios naturales y mejorado la iluminación. El alcalde Azcón ha destacado que “hemos hecho una plaza más accesible. Ha sido un acierto sacar los coches, hacer una plaza peatonal, sin barreras arquitectónicas y que es la continuación de la reforma del Paseo Independencia, que era algo que teníamos pendiente”.

En cuanto a la basília, Azcón ha recordado que fue el primer monumento nacional de la ciudad, en 1882. Y por eso “uno de los objetivos era poner en valor esta joya de nuestro patrimonio”.

Otro de sus elementos protagonistas es la escultura que recuerda a las víctimas del Covid: dos zetas entrelazadas de acero galvanizado. La presidenta de la Asociación de Víctimas del Covid en Aragón, Mª Mar Martín, ha señalado: “Queremos que sea memoria, memoria buena; parte de un relato, no de un momento fugaz, escrito por esta ciudad”.

Y ¿qué opinaba la gente que hoy pasaba por allí? Por lo general todo el mundo se mostraba conforme con la nueva plaza. Creen que da un respiro a la gente que vive en el Centro. También han destacado el protagonismo del busto de Joaquín Costa. El ‘pero’: las zonas ajardinadas que están a ras de suelo, sin bordillo, y que puede pisar la gente o los perros.

Síguenos también en Twitter y Facebook