Héctor López Ferrer asesinó a su padre, Javier López Cebollada, de 71 años, con alevosía y ensañamiento. Le asestó 56 puñaladas cuando ambos veían un partido de fútbol, la noche del 28 de junio de 2021. Así lo considera el jurado popular que ha emitido su veredicto la noche de este lunes, tras once horas de deliberación.

Además, consideran que trató de asesinar también a su madre, María Pilar Ferrer. La mujer estaba durmiendo y se despertó al oír un ruido, lo que le hizo ir hasta el salón, donde su hijo estaba apuñalando a su padre. Al verla, se abalanzó sobre ella y le asestó también varios navajazos. Pero resbaló en un charco de sangre y la madre pudo huir y pedir ayuda.

El jurado reconoce explícitamente el desvalimiento del padre, lo que abre la vía a que el parricida de La Almozara se convierta en el primer condenado en Zaragoza a prisión permanente revisable. La consideración de la víctima como vulnerable es uno de los supuestos que marca la ley para aplicar esta pena.

Las acusaciones particulares, ejercidas por la madre y la hermana del acusado, la habían reclamado desde el principio. La Fiscalía pedía inicialmente para Héctor López 25 años por el asesinato del padre. Tras el veredicto del jurado, se ha sumado a esta petición. Ahora tendrá que ser el juez quien dicte sentencia.

Por el asesinato frustrado de la madre, tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares reclaman 14 años de prisión.

SABÍA LO QUE HACÍA

La defensa de Héctor López reclamaba inicialmente su absolución o, en su defecto, que cumpliera su pena en un centro psiquiátrico. Su tesis era que el acusado no era consciente de sus actos como consecuencia de su trastorno paranoide.

Pero el jurado ha dado por bueno el informe de las forenses del IMLA (Instituto de Medicina Legal de Aragón), que considera que sabía lo que hacía, quería hacerlo y conocía las consecuencias de sus actos. Señalan, incluso, que tenía un plan preconcebido para asesinar a sus progenitores, a los que había sometido a un infierno de convivencia durante años.

Tras el veredicto de este lunes, que ha dejado claro que se trata de un asesinato con alevosía y ensañamiento, la defensa solicita la pena mínima que se puede aplicar en este caso, es decir, 15 años de prisión por la muerte del padre y 2 años más por las lesiones de la madre.

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