Actualmente son muchos los frentes que hay abiertos en relación con la pandemia generada por el coronavirus. El primero de ellos el trastorno generado con el retraso en la llegada de las vacunas de Pfizer que ha obligado al departamento de Sanidad a modificar el plan de vacunación en Aragón. Plan que en estos momentos se centra en la administración de la segunda dosis a los usuarios y trabajadores de las residencias de mayores, y en el personal sanitario. Según ha denunciado en COPE, la secretaria general del sindicato médico CESM en Aragón, Mercedes Ortín, la falta de vacunas y un supuesto error administrativo, está retrasando el proceso de vacunación del personal sanitario del hospital Miguel Servet y del servicio 061.

Ortín también ha acusado al departamento de Salud de falta de previsión porque el problema de las agujas de las jeringuillas que son necesarias para administrar la vacuna de Pfizer y apurar hasta la ultima dosis del frasco, ya se conocía desde el mes de diciembre.

Por lo demás, ha calificado de “impresentable” que ciertas personas se aprovechen del cargo público que representan, para saltarse el protocolo previsto y vacunarse a pesar de no encontrarse entre los grupos de riesgo como ha ocurrido con los alcaldes de las localidades zaragozanas de Luesia y Asín. Ortín cree que cuando alguien ocupa un cargo público, hay un código ético que debe respetar en todo momento.

Mercedes Ortín también ha mostrado su temor a que se disparen los casos en las próximas fechas y se vuelvan a saturar las UCIs de los hospitales de Aragón que en estos momentos -asegura- no se encuentran en una situación demasiado comprometida. Y a todo ello se suma el agotamiento del personal sanitario que ya no puede más cuando estamos a punto de cumplir un año de lucha contra la pandemia.

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