El hecho de que Zaragoza haya superado su confinamiento perimetral tiene consecuencias mucho más allá del círculo cercano de la capital aragonesa. Además de que se vuelva a poder permitir la entrada y salida de la ciudad, es importante que la provincia recupere su movilidad total. Un ejemplo claro lo encontramos en Mequinenza. El pasado fin de semana volvieron a recibir a un buen número de visitantes.

Cifras que no son exactamente desorbitadas, pero que sí le sirven a sus comerciantes y profesionales de la hostelería para encarar con un poco más de esperanza el futuro cercano. Un ejemplo lo encontramos en el restaurante 'La Brasería'. Su propietario, Javier Fullola, ha pasado este martes por los micrófonos de COPE Zaragoza.

"Este hecho", ha explicado "hace que volvamos a recibir más visitantes que vienen a Mequinenza por los diferentes deportes y actividades relacionadas con el agua y también que muchos moteros, que son un público que suele llegar bastante a nuestro municipio, hayan vuelto a aparecer por aquí".

"En este local trabajamos mucho en fin de semana con los moteros". Además, en el Mar de Aragón, también es muy grande la actividad del deporte acuativo. "O bien vienen a entrenar o bien a hacer diferentes campeonatos. Desde que arrancó la pandemia hemos perdido todo esto". Y un ejemplo claro, cuando el jueves pasado Sira Repollés anunció el desconfinamiento de la capital, se produjo un hecho curioso: "Cinco minutos después ya me estaba llamando gente para reservar.

Javier ha contado también como han sido estos meses "Poniendo dinero de tu bolsillo, con pequeños ahorros. Mequinenza tiene alrededor de 2.300 habitantes y todo el comercio de hostelería no puede venir de los mequinenzanos. O se hacen eventos o es muy complicado". Así, poco a poco, Mequinenza también se va reactivando pasito a paso.

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