María Dolores cumple 110 años: "Fui novelista, profesora de piano y aprendí a conducir con 14 años. Sigo siendo feliz"
Esta zaragozana celebra su aniversario con una salud de hierro y repasando una vida llena de viajes, arte y recuerdos junto a su marido pintor

María Dolores cumple 110 años
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
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María Dolores de la Vega está a punto de celebrar su 110 cumpleaños, una cifra que alcanza con una salud envidiable y una vida pionera a sus espaldas. Nacida en Zaragoza el día del Pilar, esta mujer rompió moldes desde joven: con 14 años ya sabía conducir y viajaba en su propio coche hasta Barcelona. Además de su faceta al volante, cultivó su espíritu artístico estudiando ocho años de música para convertirse en profesora de piano y desarrollando otra de sus grandes pasiones, la escritura. "Es que a mí me gustaba mucho escribir, he escrito bastante novelas y todo, sí, que me han publicado", recuerda sobre su faceta literaria.
Una vida junto a un artista
Su carácter artístico la unió a quien sería su marido, el pintor Virgilio Albiac, con quien compartió una intensa vida social y numerosos viajes. Quince años después de su fallecimiento, María Dolores aún conserva murales y premios de su esposo en casa como el mayor de los tesoros. "Hemos sido felices, gracias a Dios, no hemos tenido nunca disgustos ni nada de eso, pero, claro, él, alguien tenía que partir antes", confiesa con naturalidad.
He sido aquí feliz con mis recuerdos y sigo siendo feliz"
110 años
Recuerdos de viajes y álbumes de fotos
El recuerdo de Virgilio sigue muy presente, especialmente al rememorar los numerosos viajes que realizaron juntos por España y el extranjero, visitando ciudades como Burdeos, San Sebastián o diversas capitales de Italia y Suiza. Esos momentos, junto a cenas de gala y encuentros sociales, llenan sus álbumes de fotos, que ojea con cariño: "Mi mejor álbum de recuerdos, porque aún tengo más más álbumes, pero anticuayas".

María Dolores con uno de sus retratos
Tras una vida tan activa, ahora vive una rutina más tranquila, como ella misma describe, "metida aquí en este cascarón y y ya no salgo". Sin embargo, esa calma no le resta felicidad, como afirma con rotundidad: "Que yo he sido aquí feliz con mis recuerdos, sigo siendo feliz".
Vivo como la humilde violeta, ni envidiosa ni envidiada, vive oculta y retirada, y es la humildad su divisa"
110 años
Una salud de hierro a los 110 años
Su estado de salud es tan extraordinario que su médico se sorprende de no verla nunca en la consulta. No tiene ninguna enfermedad, no toma medicación y lee el periódico cada día sin gafas. El único achaque, reconoce, es la audición. "Tengo flojo el oído. Eso apenas hago vida social, porque me cuesta un poco", lamenta.

María Dolores el día de su boda
Y aunque ella asegura que la memoria la tiene "regular", es capaz de recitar pasajes que escribió en sus novelas, una prueba de su formidable lucidez. "Vivo como la humilde violeta, ni envidiosa ni envidiada, vive oculta y retirada, y es la humildad su divisa. Pues, si de alguno es pisada, perfuma el pie, se la pisa. Lo compuse yo", recita orgullosa.
Este domingo, María Dolores celebrará sus 110 años rodeada de su familia, sus dos hijas y sus dos nietos, un broche de oro para una vida de película.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



