El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha pedido "disculpas" a la sociedad aragonesa por "todos los errores cometidos" en la gestión de la pandemia de covid-19, aunque ha asegurado que su Gobierno se está "dejando la piel y, en ocasiones, incluso la salud, para evitar males mayores". En su tradicional mensaje de Fin de Año, Lambán ha subrayado que 2020 siempre se recordará "por haber sufrido la peor catástrofe de los últimos 80 años", y además de recordar a los fallecidos como consecuencia de la pandemia, ha expresado su reconocimiento al personal sanitario por su entrega, ya que a diferencia del resto de España, en Aragón el virus "no ha dado ni un día de tregua", al tener que hacer frente a tres olas seguidas.

Ante la situación vivida, el presidente de Aragón cree "justo" pedir disculpas al personal de los hospitales por no haberles podido proporcionar al principio toda la protección necesaria; a los sectores más afectados por las restricciones, intentando compensar a autónomos y pymes con pérdidas cuantiosas, completando en 2021 las ayudas concedidas en 2020; y a los ciudadanos, por las limitaciones de derechos que soportan.

Su aspiración como presidente, ha asegurado, no es otra que seguir mereciendo la confianza de los aragoneses y convencerlos con hechos de que su Gobierno sabe qué hay hacer para superar la crisis sin prometer "milagros ni soluciones mágicas", porque "no existen", ya que la vacuna va a acabar con la pandemia en unos meses, pero quedarán "secuelas sociales y económicas" que costará superar.

PRESUPUESTOS Y POLÍTICA NACIONAL

Un Gobierno "moderado", ha añadido, que acaba de aprobar los presupuestos "más expansivos de su historia", excepcionales para hacer frente a una situación de excepcional gravedad, apoyados por todos los partidos excepto PP y Vox y pensados para "consolidar la sanidad, la educación y los servicios sociales, así como para impulsar la economía y el empleo".

Pero Lambán ha advertido de que el futuro de Aragón, su prosperidad y bienestar, está "indisolublemente vinculado al de España" y hay "sectores políticos dedicados a perturbar esa estabilidad, promoviendo enfrentamientos ideológicos y territoriales e impidiendo los grandes pactos que necesita el país". Sectores políticos, en su opinión, "afanados en resucitar los frentismos de izquierdas y de derechas que tan nefastas consecuencias tuvieron en la historia de España".

Frente a esa "sinrazón y el radicalismo", se ha declarado partidario de la moderación y del sentido común y ha ofrecido todo su apoyo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para construir puentes de entendimiento en torno a la Constitución y a una idea de España "entendida como un gran proyecto común, que simboliza muy dignamente el jefe del Estado", el rey Felipe VI.

Síguenos en Twitter y Facebook