La falta de personal en el cementerio provincial de La Cartuja ha obligado a cerrarlo este verano durante los fines de semana y los días festivos. Una situación que no solo obliga a retrasar los entierros sino que también impide que las familias puedan visitar esos días las tumbas de sus difuntos. Una falta de operarios que ha obligado ya en alguna ocasión, a retrasar durante varios días el entierro de algunos zaragozanos. La asociación vecinal 'Jerónima Zaporta' se puso en contacto con la Diputación de Zaragoza para pedirle explicaciones. Ésta se comprometió a abrir las instalaciones todos los fines de semana con personal de TRAGSA, empresa que está participada por la DPZ, pero ese compromiso no se ha mantenido.

Una situación que ha indignado a los vecinos de La Cartuja que consideran que el cementerio es un servicio público que debe abrir todos los días del año. Y es que son precisamente los sábados, domingos y festivos cuando las personas disponen de tiempo libre para visitarlo. A ello se suma la necesidad de tener que posponer las inhumaciones debido a la falta de personal. Si se produce algún fallecimiento en viernes, por ejemplo, el entierro no se podría llevar a cabo hasta el lunes o el martes de la semana siguiente.

Acusan a la DPZ de falta de previsión en materia de personal y de no tener protocolos establecidos para solucionar cualquier incidencia laboral, como bajas, vacaciones o permisos, que dejan en cuadro estas instalaciones. Y piden que se ponga en marcha algún sistema para que desde el propio cementerio se pueda acceder a los datos de titularidad del nicho y así poder llevar a cabo los trámites previos a la inhumación con independencia de si está o no abierta la DPZ. De igual modo debería de existir un sistema de guardias para que en caso de tenerse que llevar a cabo una inhumación, haya personal suficiente.

El cementerio de La Cartuja Baja, dependiente de la Diputación Provincial es el más antiguo de la ciudad. Estos días en los que se van a celebrar las fiestas de este barrio de Zaragoza, los vecinos no van a poder cumplir con la tradición de llevar flores y albahaca a sus familiares fallecidos.

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