Jose Andrés es un loco de la bicicleta. Trabaja como conserje en un colegio de la localidad zaragozana de Cadrete. Estos días se encuentra cruzando Siberia, una zona de Rusia que en pleno invierno, se encuentra a 50 grados bajo cero.

Su presencia ha despertado una gran expectación. Le reciben como un héroe por las localidades que pasa y es entrevistado en los medios de comunicación rusos. No te pierdas el reportaje que hicieron sobre él en una una televisión rusa:

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El año pasado intentó por primera vez, recorrer los más de 4.600 kilómetros que separan Magadán, cerca de Alaska, de Irkutsk, en el lago Baikal. Tuvo que renunciar debido a las congelaciones que sufrió en una mano. Estaba a 41 grados bajo cero. Fue rescatado y tuvo que volverse casa. Ahora ha vuelto a embarcarse en una aventura similar que inició la víspera de Nochebuena.

En las alforjas que lleva en su bicicleta, va la tienda de campaña, el saco de dormir, varias esterillas aislantes, dos hornillos, parches antipinchazos o una pala para hacer agujeros. Agradece la hospitalidad de la gente que se va encontrando por el camino: le invitan a comer, le regalan cosas, le facilitan un lugar donde dormir… A lo largo del recorrido ha “cometido locuras” como bañarse en calzoncillos en un rio de Oymyakón a 50 grados bajo cero. Asegura que al salir del agua, el vaho se congelaba. 

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Ahora, tras el descanso en la localidad más fría del mundo, retomará su ruta en bicicleta. Por delante tiene todavía dos meses de viaje. Para poder llevar a cabo esta aventura, José Andrés se ha cogido una excedencia de tres meses en su puesto de trabajo.

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