Hace un año que la Organización Mundial de la Salud, declaró al coronavirus como pandemia y comenzaron a saltar las alarmas en varios puntos del planeta. Nadie fue capaz de imaginarse la crisis sanitaria que se nos venía encima y que ha dejado hasta el momento 3.300 fallecidos en Aragón. Cuando fuimos conscientes de la gravedad de lo que nos venía encima, ya fue demasiado tarde. Nos pilló por sorpresa, con la guardia baja y sin recursos. El coronavirus se coló en nuestras vidas, provocando una de las mayores pandemias de la historia. Fue el 4 de febrero cuando hablamos por primera vez del COVID a raíz de una Feria en la que Aragón iba a participar en China. En aquellas primeras semanas, la situación comenzó a descontrolarse a pasos agigantados… y no contábamos con los medios necesarios para hacerle frente. Faltaba material de todo tipo.

El 4 de marzo se confirmó el primer caso de coronavirus en Aragón en un hombre de 79 años que fue ingresado en estado grave en la UCI del Clínico de Zaragoza por una neumonía. Dos días más tarde, dimos la triste noticia del fallecimiento de la primera victima del COVID en nuestra comunidad: Guillermo Aranda de 87 años, natural de Sierra de Luna, en las Cinco Villas, aunque residía en la capital. Falleció el 6 de marzo en el hospital provincial de Zaragoza. Esos días alcanzamos los primeros 30 contagiados. El Gobierno insistía en asegurar que la situación estaba controlada y en trasladar un mensaje de tranquilidad.

La carrera por encontrar mascarillas, guantes, batas, pantallas y respiradores, fue frenética. El Gobierno de Aragón se dedicó de manera incansable a localizar esos materiales hasta en China desde donde llegaron varios pedidos. Todo el mundo quiso aportar en ese momento su granito de arena. Los taxistas se ofrecieron a trasladar de manera gratuita al personal sanitario y a llevar donde hiciera falta, material sanitario y de protección.

No tardó en entrar el virus en las residencias de mayores. El 10 de marzo aparecieron las tres primeras afectadas. Los casos fueron apareciendo como setas y ante el miedo de que la sanidad se colapsara, el Gobierno central decidió decretar el estado de alarma en el país y confinarnos en casa durante tres meses. Los ancianos fue uno de los colectivos con los que se cebó el COVID en los primeros meses de la pandemia.

En aquellas primeras semanas, poco a poco los hospitales comenzaron a recibir a sus primeros pacientes y las UCIs empezaron a colapsarse al igual que los centros de atención primaria. Y todo ello ante la desesperación de los profesionales sanitarios que se veían obligados a luchar contra algo desconocido sin medios de protección suficientes.

La colaboración institucional fue fundamental desde el primer momento. El Ayuntamiento de la capital puso a disposición del Gobierno de Aragón la Sala Multiusos del Auditorio para habilitar un hospital de campaña que nunca se llegó a utilizar y acabó desmontándose. En Feria de Zaragoza se instaló otro en abril que a finales de este mes de marzo comenzará a desmontarse.

La colaboración del Ejercito también fue decisiva con la desinfección de residencias de mayores, el rastreo de posibles contactos o la instalación de una gran carpa en el aparcamiento del Clínico de Zaragoza para descongestionar las Urgencias de este hospital. La colaboración público-privada también fue esencial en los primeros meses de la lucha contra el virus. Un grupo empresarial cedió a la DGA un almacén en PlaZa para que fuera guardando allí todo el material que recibía y poder distribuirlo luego donde fuera necesario.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

El 60% de los ingresados y el 90% de los fallecidos tenía más de 70 años. Nuestros seres queridos se nos iban en una UCI o en la cama de un hospital sin que pudiéramos despedirnos de ellos. Un auténtico drama por el que tuvieron que pasar muchas familias. La mascarilla se ha convertido en estos 12 meses en un complemento obligatorio, así como la distancia de seguridad y el gel hidroalcohólico. El Ayuntamiento de Zaragoza instaló dispensadores de gel en el transporte público y comenzamos a ver botes con este producto en la entrada de todos los establecimientos.

La llegada del verano, con las "no fiestas" patronales y las campañas agrícolas, fue el momento de los rebrotes en muchas zonas de la comunidad lo que obligo a un retroceso en la fase de desescalada y hasta el confinamiento de algunos municipios. A pesar de ser un verano tan intenso, el 4 de septiembre todo Aragón volvió a la normalidad. La vuelta al cole en septiembre fue otro motivo de preocupación, aunque al final se desarrolló sin demasiados problemas. El incremento de casos que se produjo en otoño, obligó al Gobierno de Aragon a confinar perimetralmente a las tres capitales, a las tres provincias y a toda la comunidad con el fin de restringir los movimientos y evitar la propagación del virus.

El 30 de noviembre se inició un proceso de desconfinamiento gradual que comenzó con las tres capitales de provincia y continua hoy, 12 de marzo, con el desconfinamiento provincial. De momento, el único que se mantiene es el confinamiento autonómico. Entretanto la campaña de vacunación que se inició el 27 de diciembre, se ha convertido en la gran esperanza aunque no vaya al ritmo deseado. A fecha de hoy, algo más de 51.000 aragoneses están totalmente inmunizados con las dos dosis, lo que representa menos del 4% de la población. Campaña de vacunación que se realizó por colectivos y por edades comenzando por las residencias de ancianos, los sanitarios, los profesionales esenciales, los mayores de 80 años… y asi hasta llegar a la vacunación masiva.

Los ayuntamientos han puesto a disposición del Gobierno de Aragón numerosos espacios municipales en los que poder llevar a cabo esas vacunaciones que a fecha de hoy se están realizando con tres tipos de vacunas: las Pfizer, la de Moderna y la de Astrazéneca. En junio llegará una cuarta: la de Jahnsen. Sanidad espera a partir del mes de abril, recibir 100.000 dosis semanales y comenzar así la esperada "inmunidad de rebaño".

Síguenos también en Twitter y en Facebook.