La Carnicería Alejandro, ubicada en la calle Chimeneas número 10 del barrio del Arrabal de Zaragoza se ha convertido en un ejemplo de la llamada economía cirular. Esta carnicería lleva 15 años ofreciendo sus productos a los vecinos. Una carnicería muy familiar que llevan Sonia y Alejandro y el hijo de ambos también llamado Alejandro. Tienen una clientela muy fiel y sobre todo muy concienciada en comprar en el comercio local. “Nos han dado su confianza durante todos estos años”, asegura Alejandro padre.

Ellos trabajan carnes frescas como el ternasco de Aragón, la ternera del Pirineo o el cerdo tanto ibérico como el blanco. Pero también ofrecen en su mostrados vaca asturiana y del País Vasco. Aunque una de las productos que más éxito tienen son los elaborados. Los hacen ellos mismos: empanados, adobados, salchichas, o una cantidad variada de brochetas.

Además están muy orgullosos de trabajar con casas locales que hace productos de la llamada “quinta gama”, que son los productos de calentar y comer. “Nuestra meta es trabajar con producto local y pequeños productores” nos confiesa Alejandro y pone como ejemplo la repostería de Brea de Aragón que les nutre de diferentes flanes o mermeladas. Una apuesta clara por el kilómetro cero o la economía cícular.

Pero Alejandro no renuncia a trabajar también con las redes sociales. Ellos ya lo hacían de antes pero con el nuevo plan puesto en marcha por el Ayuntamiento de Zaragoza y Mercazaragoza de “Mi comercion en la red” les han enseñado a trabajar mejor. “Con las fotos por ejemplo. Nos ha abierto a otros clientes” reconoce el carnicero y explica “Ahora tenemos la tienda 24 horas. No pasan el pedido y nosotros les decimos cuando pueden pasar a recogerlo. Hemos ganado bastante clientela”.

Facebook, Instagram y el grupo de WhatsApp, son para Alajandro el nuevo escaparáte que reconoce “es muy cómodo”. Explica que el cliente les hace el pedido por teléfono y cuando lo tienen preparado le avisan y pueden pasar a recogerlo. Un ejemplo de modernidad y apuesta por el territorio.

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