Los alcaldes de Albalate de Cinca y Alcolea han trasladado la satisfacción de sus vecinos tras volver a la nueva normalidad después de estar dos meses en la fase 2, al tiempo que piden seguir extremando las medidas de prevención para hacer frente a la COVID-19.

Estos dos municipios oscenses han estado 63 días en la fase 2 de la desescalada y tras mejorar sus datos sanitarios han regresado a la nueva normalidad, de la que pudieron disfrutar muy pocas horas al acabar el estado de alarma.

La alcaldesa de Alcolea de Cinca, Begoña Nasarre, ha apuntado que salir de la fase 2 supone para el municipio una “inyección de moral”. Así, ha señalado que “es una inyección de moral para el municipio y para la comarca en su conjunto, porque llevábamos ya mucho tiempo sumidos en la fase 2 y esto nos da un empuje para seguir adelante con fuerza y decir que somos una zona segura y que hemos hecho las cosas bien” y “dejar claro que hay que tener prudencia”.

Nasarre, que ha lanzado un mensaje de máxima prudencia entre sus vecinos, considera que el regreso a la nueva normalidad se va a notar más en la hostelería y en el turismo de segunda residencia. “Se va a notar principalmente en la hostelería, ya que en nuestro municipio hay numerosos bares y no podían dar servicio en barra, entre otros” y “ya se nota en el ambiente que estamos en otra fase y que se puede disfrutar de este tipo de servicios”. Ha añadido que “también se notará en el turismo referido a las segundas residencias, porque este verano ha fallado”.

Las localidades del Bajo Cinca, junto a la Litera y al Bajo Cinca retrocedieron el 22 de junio a la fase 2 y mientras en las dos últimos se levantaron las restricciones el 4 de agosto, en Alcolea y Albalate permanecieron en la fase 2. El alcalde de Albalate de Cinca, Ricardo Chárlez, ha dicho que “llevábamos ya semanas con muy pocos positivos y el volver a la nueva normalidad lo llevábamos reclamando desde hace unos días”.

Chárlez ha asegurado que los vecinos tienen asumido el peligro existente y actúan en consecuencia. En este snentido, ha manifestado que “la gente se medio autoconfina en casa, trata de hacer las mínimas salidas, la gente se comporta, en los locales púbicos hay movimiento pero no el deseado por los empresarios”, pero es que “hay un cierto miedo, preocupación y responsabilidad porque somos un pueblo envejecido y hay un peligro que la gente tiene en cuenta y se protege”.

En la provincia de Huesca, continúan en la fase 2 flexibilizada la ciudad de Huesca y la comarca del Cinca Medio.