Era el sonido más esperado esta mañana, el de los danzantes bailando a las puertas de la Basílica de San Lorenzo, que iban llegando entre sonoros aplausos y vítores que también se han escuchado al paso de la Banda de Música de Huesca, minutos antes de las ocho y media de la mañana.

Los dances de las espadas, las cintas, los palos antigua, los palos nueva, el degollau y de cierre, de nuevo las espadas han comenzado con puntualidad. Los danzantes han bailado ante un público entregado, ha sido un momento especialmente emocionante este año. Así lo ha reconocido el danzante Jesús Esperanza. “Este día y esta actuación ha sido de lo más emocionante”.

Esperanza ha hablado de los relevos de danzantes, que este día se han producido dos. Jesús Gracia ha entregado el testigo a su sobrino Enrique Blasco. Han sido más de 50 años siendo danzante, un “privilegio” como decía al terminar los bailes. Gracia ha apuntado que en la agrupación no sólo son compañeros, sino que son “un grupo de amigos y familiares”. Daba además a su sobrino algunos consejos y le señalaba que bailase siempre con orgullo y satisfacción.

Su sobrino Enrique Blasco se ha mostrado “agradecido, contento” y visiblemente “emocionado”. Ha cogido el testigo y será quien baile durante todas las fiestas de aquí en adelante.

También Antonio Nunilo ha dicho hoy adiós a su vida como danzante. En su caso ha cedido las espadas a su yerno Jorge Tuda. Nunilo se lleva “una experiencia muy buena de todos estos años”, se va “contento” de haber sido danzante y de haber podido pasar el testigo para seguir sus pasos.

La primera mañana del día 10 para Jorge Tuda ha sido mucho más emocionante de lo que imaginaba. Al igual que Enrique Blasco será quien baile de aquí en adelante en esa plaza familiar y lo hará con un calzado especial, no porta alpargatas al uso, sino que porta unas zapatillas deportivas cosidas a mano con detalle por Regina Trigo de A Faldriquera.

Media hora de dances que han salido tal y como habían ensayado y a los que se ha sumado una sorpresa, la salida de la peana de San Lorenzo mientras bailaban las cintas. El mayoral Paco San Emeterio se ha mostrado “muy contento”.

La Banda de Música de Huesca ha entrado a la plaza tocando y entre aplausos de los asistentes. También ellos tenían muchas ganas y lo han disfrutado mucho, según ha apuntado el director de la Banda, Alejandro Escuer.

Tras dos años, hay gente nueva porque como reconocía Escuer hay algunos compañeros que con la pandemia han dejado a un lado sus instrumentos. No obstante, mantienen una buena participación y hoy han acompañado a los danzantes alrededor de 50 músicos.