La Asociación de Hostelería y Turismo de la provincia de Huesca está pendiente de la apertura de las estaciones de esquí en el Pirineo Aragonés, ya que es lo que condiciona la ocupación en el puente de la Constitución y de la Inmaculada.

Se trata de un puente “muy importante” turísticamente hablando, ya que supone “el inicio de la nueva temporada”, que en el Pirineo está marcada por la nieve y la práctica del esquí. Así lo ha apuntado la responsable de hospedaje de la Asociación de Hostelería y Turismo de la provincia de Huesca, Anabel Costas. “Siempre dependemos de que las estaciones de esquí estén abiertas o no y por eso la ocupación puede ser más alta o menos” y es que “en el momento en el que las estaciones den el pistoletazo de salida, la gente empieza a reservar para venir a la nieve”.

Según el calendario, este es un puente largo, que tendrá dos fases entorno a los dos días festivos, los días 6 y 8 de diciembre, y se espera que la mayor afluencia de visitantes llegue en la segunda parte del puente. En este punto, Costas considera que “será más fácil que la gente se añada a la segunda parte del puente porque así tiene más garantías de esquiar”, pero “hay algo muy importante y es que tiene que nevar y la nieve tiene que cuajar y prepararla para la apertura, es decir, no consiste en nevar y al día siguiente abrir, hayq ue trabajar con la nieve, ver qué pistas se abren, entre otros”.

Costas ha señalado que generalmente este puente, que depende de la apertura de las estaciones de esquí y del tiempo, atrae a un turismo nacional, sobre todo, madrileño, a diferencia de otras épocas del año, que atraen a más clientes internacionales.