El Ayuntamiento confirma que en las labores que se vienen desarrollando, esta mañana, en la excavación de los contenedores que se van a colocar en esa parte de la plaza, ha salido un sillar sin forma y varias tumbas. Los trabajos han sido revisados por el equipo de arqueología, fotografiadas y recogidas para el informe. Si así se considera, explica la concejal de urbanismo, Maria Rodrigo, se seguirá avanzando normalmente en la obra.

No es la primera vez que aparecen restos arqueológicos es esta obra de remodelación del Coso Bajo. En este caso, los trabajos de excavación ya contemplaban la posibilidad de encontrar restos humanos ya que en la zona se encontraba el convento de Santo Domingo y se preveía que hubiese enterramientos.

En el mes de febrero salían a la luz vestigios de la Osca romana. En los primeros trabajos se localizaba una cimentación construida con hormigón y lienzos de sillar, según informaban desde el Ayuntamiento. No obstante, los trabajos continuaban con normalidad.

Las máquinas comenzaban a trabajar el 15 de enero en el tramo entre la calle Sancho Ramírez y la plaza Santo Domingo.

Las obras de reurbanización del Coso Bajo se realizan por la UTE Domec-Acyc Obras y Servicios S.L.U. Su presupuesto supera los 1,8 millones de euros y tienen un plazo de ejecución de nueve meses. Su desarrollo ha obligado al Ayuntamiento a trazar un plan de movilidad para la zona, cortada el tráfico. Se han establecido distintos desvíos y los espacios de carga y descarga estarán en la plaza del Justicia.

Los trabajos se realizan en superficie y también en el saneamiento de los conductos de agua. Cuando terminen las obras habrá una calzada única con arbolado y bancos que harán del Coso un corredor peatonal hacia el nuevo paseo de Ramón y Cajal, que también ha comenzado la segunda fase de las obras.

El tráfico estará totalmente cortado. Los primeros trabajos se realizan entre las calles Goya, Sancho Ramírez y Lanuza.

En las primeras semanas de los trabajos aparecían algunos restos arqueológicos aunque no se han ralentizado los trabajos. Desde el Ayuntamiento de Huesca se explicaba que ya se conocía a ciencia cierta la presencia de restos y que había seguridad de que iban a producirse hallazgos históricos. El Ayuntamiento ha adoptado todas las garantías exigidas para el estudio de los restos y hay arqueológos que trabajan en la zona.